Benito Carlos Garzón

Constitucionalista

Como casi todos los años al final del verano, Yerba Buena, El Manantial y aledaños sufren por las inundaciones. Recientemente LA GACETA (06/03) publicó la opinión de varios expertos sobre la problemática, pero entiendo que se redujo a las consecuencias de las aguas que bajan de la sierra de San Javier, por lo que no se conocieron las causas de estos desbordes cada año más furiosos y difíciles de dominar. El propio Intendente de Yerba Buena, en ese reportaje, habla de obras (gaviones y diques en el cerro para la contención de crecientes). Es decir que también se refiere a las consecuencias de las crecientes del río Muerto. Pero lo que ninguno de los entrevistados analizó son las causas, es decir la protección de los acuíferos donde se origina lo que después se transforma en crecientes y desbordes.

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Es menester partir de la base de que el 70 % de la superficie de la sierra pertenece a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), que se extiende desde la Quebrada de Lules hasta el cerro denominado Taficillo, en el limite norte, lindero al camino que llega a Raco.

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En nuestro trabajo “Protección Integral de la Sierra de San Javier”, derivado del análisis sobre los cursos de agua, preferentemente las nacientes del río Muerto, señalamos que -entre otros elementos- para evitar los desbordes existía la necesidad de la “sistematización” de la cuenca. No es otra cosa que los trabajos sobre la limpieza de los acuíferos y el sembrado de plantas especiales, protectores de las nacientes de los cursos de agua que, al bajar del cerro, no tienen contención suficiente.

Involucrados

Sucede que cualquier disposición que se tome debe ser, al menos, compartida con la Universidad. De allí que hemos propuesto crear un ente entre el Gobierno de la Provincia, las municipalidades involucradas (Yerba Buena, Tafí Viejo y las comunas intermedias, La Rinconada, San Pablo, Cebil Redondo) y la UNT, con el fin de proteger toda la sierra, que es esencial para el denominado Gran Tucumán.

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De este modo se supliría la actual falencia de la UNT, que no tiene el personal suficiente para cuidar semejante espacio. Hacen falta guardaparques y personal capacitado, con los medios suficientes para trasladarse y tener a mano la posibilidad de denunciar las usurpaciones (como ya ha sucedido en la actualidad, pues se construyeron hasta barrios privados en terrenos ajenos). Sería un ente encargado de toda la problemática que concierne a la Sierra.

Desmontes y usurpaciones

Asistimos a un llamado “boom” inmobiliario con la creación de barrios privados (countries) en todo el pedemonte de la sierra. La avidez fundiaria por este tipo de construcciones se concreta sin un planteo urbanista, necesario para evitar consecuencias que atentan contra el orden imprescindible y para no afectar el equilibrio ecológico del espacio.

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Recientemente, un delegado comunal llegó a prohibir las autorizaciones para este tipo de construcciones, pues la comuna no estaba en condiciones técnicas para responder semejante demanda.

El municipio de Yerba Buena dictó una ordenanza que prohibe las construcciones en el espacio que llega hasta la Primera Confitería. Es un terreno que no debe ser sometido a desmontes ni a la construcciones de inmuebles, menos aun de barrios privados. Pero los municipios y comunas restantes no han dictado ordenanzas, ni existe una ley provincial que asegure que toda construcción por encima de cierto nivel está prohibida. Ni Tafí Viejo ni Lules dictaron normas similares a las de Yerba Buena .

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Otro de los atropellos que sufre San Javier son las usurpaciones. Gente se apropia del sector, coloca una prefabricada y cerca un espacio para ser reconocido como habitante de la Sierra. Ni la UNT ni la comuna rural de San Javier tienen medios para evitar esas usurpaciones. Son sólo dos los guardaparques para recorrer todo al área de la Universidsad; tampoco tienen vehículos adecuados ni herramientas para enfrentar a los “nuevos” vecinos. De este modo, desde hace años no puede ponerse coto a este tipo de agresiones, por lo que asistimos a otro medio de dañar la Sierra, hasta ahora sin solución. De crearse el organismo propuesto, la vigilancia activa podría ser más eficaz en la tutela de la Sierra.

La institución diseñada

Un ente creado con la UNT y el Gobierno provincial cabe dentro del convenio de colaboración científica, cultural y económica suscripto hace unos 15 años, que puede ser el instrumento de coordinación para la política de protección de un área y un espacio común entre ambas. Este convenio puede a su vez aunar esfuerzos para urbanización, ordenamiento territorial, sistematización de los acuíferos, tránsito y recreación.

Para evitar las usurpaciones se requiere un control permanente que ni la UNT ni la comuna de San Javier están en condiciones de proporcionar, por lo que cabría la creación de una guardia rural con todos los elementos para controlar la integridad de la Sierra.

La Municipalidad de Yerba Buena tiene dictada la ordenanza N° 2.143 (18) que prevé un organismo intermunicipal e intercomunal que tiene por objeto consensuar una política ambiental-territorial común (Art. 5). Esta norma apunta en una dirección correcta. Las instituciones provinciales deben sumarse a este salvoconducto del control (Policía Federal y Provincial, Justicia Federal y Provincial) en un espacio de tutela de una sierra que es la madre nutricia del Gran Tucumán.

En síntesis: es imperativo tomar conciencia de que nos encontramos frente a un problema potencialmente grave y ante un cambio climático que ha llegado para quedarse. Basta imaginar que el fenómeno de “El Niño” desencadenara una tormenta de 4.000 mm en San Javier. En el estado actual sería una verdadera catástrofe para todo el Gran Tucumán y no sólo para Yerba Buena. Estamos en emergencia ambiental. Y todos los factores de poder del Estado nacional y provincial deben actuar urgentemente.