Con un aforo limitado de 300 personas y con estrictas medidas de seguridad, se llevó a cabo la tradicional elección de La Pachamama en Amaicha del Valle. La señora Felisa Yapura, de 84 años y oriunda de la localidad de Salas, fue elegida por el Consejo de Ancianos. Trabajó en el campo y se dedicó al cuidando de ovejas. Tiene siete hijos, 36 nietos y siete bisnietos. La flamante Pachamama reemplazará a doña Francisca Chaile, elegida el año pasado.

Esta edición 2022 fue una ceremonia diferente, debido al contexto de pandemia. La fiesta se desarrolló en el predio La Pachamama, ubicado a dos cuadras de la plaza principal; Yapura hizo el tradicional desfile por el predio. Además estuvieron presentes las copleras, agrupaciones gauchas, la Ñusta, los Novios a caballo y un ballet. Cientos de turistas, visitantes y miembros de la comunidad participaron del tradicional evento.

Balance de la temporada

Cada año que pasa Amaicha del Valle cobra gran relevancia en el fin de semana de carnaval. Pero en esta edición, el escenario fue diferente. Fue poco el flujo de turistas que se acercaron a la comuna. Sin carnaval y con una Fiesta de La Pachamama muy íntima, la temporada de verano finaliza sin grandes números.

El sector comercial y de alojamientos fueron los más afectados en febrero debido a la suspensión de las actividades en la villa turística. Ahora esperan con grandes expectativas Semana Santa. ¿Cómo es el balance?

“Esperamos Semana Santa para organizar algo que nos permita movilizar el comercio y que sea algo representativo de la comunidad. La temporada fue buena; recibimos visitantes y la mayor parte de las plazas hoteleras fueron cubiertas”, explica a LA GACETA Enzo Ayala, secretario de Cultura y Turismo de Amaicha de la Valle. Y agrega: “la temporada fue buena; no estamos al mismo porcentaje que en enero. A pesar de que se esperaba más, la diferencia fue considerable”, explica.

Según relevamientos realizados en la villa turistica, la ocupación hotelera superó el 95 por ciento . “Si hay movimiento, pero es muy tranquilo. Nos vamos adaptando a la realidad que nos toca”, dice el delegado comunal Paul Caillou. Esperan que la actividad se reactive a partir de marzo. “Toda la comunidad está ansiosa”, asegura.

Proyecciones futuras

Piensan que este año será muy fructífero. “Generalmente acá el fuerte de turismo es en enero. Después tenés el fin de semana de carnaval que nos daba un impulso fuerte para seguir durante el año. Es un impacto económico importante para los comerciantes y artesanos”, dice Caillou. Analiza que comparado con el 2021, la actividad tuvo una leve reactivación. “Nuestra comunidad no estaba preparada para el cierre de las actividades porque somos una zona turística. El impacto fue muy grande y el sector hotelero fue el que más sufrió. Desde ya nos vamos a ir preparando para la próxima temporada. Semana Santa es ahora nuestro punto fuerte”.

Pocas ventas

La suspensión de las actividades típicas de Amaicha, se reflejó en una temporada “pobre”. Muchos trabajadores quedaron esperando mayor flujo de turistas y de ventas. “La temporada está muy tranquila, sin mucho movimiento. Lo importante para mí es que venga gente que quiera comprar lo que vos haces. No importa la cantidad de personas sino en realidad quién compra y quién no”, resalta Fabián Gascó, artesano.

“Las ventas en esta temporada fueron muy bajas porque no hubo mucho turismo”, resume Yolanda Valderrama, que tiene su puesto de venta de tejidos en la feria de la plaza. “La esperanza estaba puesta en el fin de semana de carnaval, estamos esperando que se mueva un poco más las ventas. Todo está desierto. Muy pobre el turismo”, apunta.

Los comentarios sobre la baja en las ventas durante la temporada se repiten entre la mayoría de los vendedores. “Estamos dolidos por la suspensión de las actividades, en este mes. Realmente a todos nos afecta. No logré vender casi nada de mis artesanías. Ni un 30 por ciento. Uno no pudo trabajar como se quería y fue duro. Vamos a seguir viviendo, pero no es lo mismo”, confirma el artesano Moisés Jorge Cruz.

“Medio liviana, pero seguimos”

En el sector gastronómico, comentan que a pesar de que la temporada fue baja, se siguió trabajando. “Estuvo medio liviana pero seguimos. Hay que trabajar, porque no se puede parar. Nosotros somos una peña, trabajamos desde el mediodía hasta la noche y ofrecemos lo mejor para el visitante. Tratamos siempre de mostrar lo mejor que tiene Amaicha”, resume José Caliva, dueño de una peña. “No fue mala la temporada, ni tampoco la mejor “, asegura.

Por otro lado, en la entrada de Amaicha está el camping que es propiedad de Carlos Diego Zurita y administrado por Patricia Gramaglia. “Esperábamos otra cosa. Ahora tenemos un 50 por ciento de ocupación. Poco para este fin de semana. Nosotros apuntamos a familia, y se deben quedar mínimo tres días. Pero febrero fue pobre”, enfatiza Gramaglia. “Las expectativas eran otras, ahora esperamos que en Semana Santa repunte la actividad”, sintetiza.(Producción periodística: Gianna Camarda)