La Provincia rechaza por “tendencioso” el estudio de la Federación Económica de Tucumán publicado ayer en LA GACETA. Le critica que haya tomado los años de la pandemia y que no haya contemplado el período de gestión de Macri, “que dejó una caída en todos los indicadores económicos y una deuda impagable que todavía el Gobierno nacional está renegociando con el FMI”, según el vicepresidente de la Legislatura, Regino Amado.

A esta voz se suma la de Julio Saguir, secretario de Gestión Pública y Planeamiento, que en base a un nuevo informe elaborado con herramientas diferentes a las usadas por la FET (que también usó datos oficiales), obtiene miradas no tan drásticas como las del sector privado: “dado el contexto internacional de los dos últimos años, Tucumán dista de ser una provincia estancada, y mucho menos la más estancada de la región. Por el contrario, ya muestra signos de recuperación económica, en muchos casos cercanos a los niveles previos a la pandemia, similares, e incluso superiores, al resto de la región y el país”, asegura Saguir.

Amado dice que hay que considerar que “Tucumán no estuvo ajena a la pandemia. Todas las actividades se han resentido y los Estados nacional y provincial también lo sintieron, porque al mermar la recaudación significa que la actividad económica privada y la capacidad industrial disminuyeron, haciendo que las arcas de los Estados se resientan”.

Reconoce que al tener “un Gobierno nacional alineado con la Provincia” le permitió a Tucumán “sobrellevar la situación crítica en la que nos puso la pandemia”. Supone que el sector privado conoce “muy bien” esta situación “una empresa que está en déficit, sin créditos ni de la banca privada ni de la pública, es muy difícil que pueda crecer o encarar proyectos para los años venideros”, considera

Amado prefiere mirar para adelante: “ahora tenemos que recuperar ese tiempo perdido con obras en rutas y viviendas, la Autovía Tucumán - Termas de Río Hondo, la repavimentación de la Ruta 307 en el tramo Ampimpa - Ruta 40 y la construcción de 4.000 viviendas a lo largo del año”.

Distinta perspectiva

Saguir remarca que el estudio de la FET fue elaborado por una consultora privada, que desarrolla un Indicador Sintético de Actividad Provincial. Tal Indicador coloca a Tucumán en los últimos lugares y por debajo de nuestra provincia a CABA, como las que tienen peor rendimiento en términos productivos en todo el país, dice. Sin embargo, cuando se usa el Producto Bruto Geográfico (PBG), que es el que emplea la Dirección de Estadística de la Provincia para medir la perfomance económica, las cifras no se ven tan crueles en los terribles años de la pandemia. “Para el 2020, el PBG muestra una caída con respecto a 2019 del 4,97%. Esta caída en la producción tucumana fue una de las más bajas en un contexto, nacional y mundial, altamente complicado”, afirma Saguir.

No todas las provincias miden su PGB. En el NOA solo lo hacen Jujuy y Tucumán, “pero según los datos existentes, el PBG de la provincia ha tenido una caída menor que las de Córdoba, CABA y Mendoza, y se ubica por debajo del PBI nacional”, asegura (gráfico 1).

Según el Indicador Sintético de Actividad Económica de Tucumán (ISAET) y el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que elabora el Indec, en la recesión de 2020, Tucumán “cayó menos que el promedio país” y empezó a recuperarse “antes que el país” hasta setiembre 2021. (Gráfico 2)

Al referirse al salario, dice que Tucumán “registra una de las menores caídas de puestos de trabajo en el sector privado formal entre las provincias del NOA (según datos del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial). Acerca de que los salarios de los empleados públicos hayan aumentado mucho más que los privados, como se lee em el informe de la FET, responde que “ en promedio a nivel nacional los salarios se incrementaron de manera heterogénea”, según el Indec. Agrega que hubo un aumento de las exportaciones en 2021 y una suba del consumo de cemento Portland del orden del 3,8% entre noviembre de 2021 y 2019 del mismo mes.