A la violencia en el deporte, en la cual cada vez más se ven involucrados jóvenes y, en especial, cuando es en patota, automáticamente el imaginario colectivo lo vincula al rugby.
Buscando algún tipo de explicación, fueron consultados distintos actores directos de la ovalada.
Rugbistas violentos: piden que los clubes se interesen“Todo acto de violencia está mal visto por cualquier persona”, inició su punto de vista el ex jugador de Cardenales, Germán “Chicho” Núñez. Y amplió diciendo: “el chico (Oscar Colombres), jugador de Tucumán Rugby que fue patoteado, salió a decir que fue atacado por rugbistas, cuando él también lo es. Creo que algo pasó en el medio, porque nadie te pega porque sí”. Y para bajar el tono de sus palabras, aclaró: “repito, no avalo ningún acto de violencia. Los clubes deberían sancionar a los que actúan de esta manera violenta, sean que lo hagan dentro o fuera. Siempre da la casualidad que, cuando hay un problema así, son rugbistas. Algo falla en la sociedad. Los chicos de ahora están en otra, nada que ver con nuestra juventud. Las familias y los clubes deberían dar un poco más de contención para solucionar este flagelo”, concluyó.
Jesús “Sapo” Albornoz, jugador de Huirapuca, por su parte, dijo: “como ciudadano y persona de bien, repudio cualquier hecho de violencia. Se deben acabar estos actos”. El rugby, cada vez que pasan estos hechos es el blanco fácil y terminan cayendo, sin pensarlo o medirlo, todos en una misma bolsa. “Como jugador de rugby me duele que algunas personas asocien a este hermoso deporte con violencia, siendo uno que inculca valores éticos y morales. Gente violenta hay en todos los contextos, hay que trabajar en la casa, en las escuelas, y también en el club para concientizar sobre la gravedad de esta situación. Confío en que así se hará” cierra Albornoz.
Por su parte, Nicolás “Araña” Cipulli, ex jugador y asistente técnico en Lawn Tennis, también dio su punto de vista. “Me parece una lástima que sigan pasando estos hechos, más entre los jóvenes, que por ahi no toman conciencia de lo que pueden llegar a causar”, comenzó su comentario. “Sí me molesta que se estigmatice al rugby como un deporte violento, cuando no es así. Que se opine que es el causante de estas situaciones violentas, cuando los valores que se fomentan son totalmente lo contrario. Ningún club enseña a que los chicos vayan a pelear” advierte Cipulli. “El rol que nos toca como formadores es tratar de concientizar, hablarles desde temprana edad, pedirles a los chicos que cuando salgan se diviertan, pero sanamente, sin pelear ni causar problemas, porque tienen que ver que una trompada o una patada mal pegada puede desencadenar en graves consecuencias para el otro” cierra el “Araña”.