Cristina Fernández de Kirchner convocó a sesionar al Senado para el próximo 9 de diciembre, el último día que contará con mayoría en la Cámara alta.

El senador oficialista José Mayans (Formosa), que participó de la reunión de bloque celebrada este mediodía donde se comunicó la decisión de la vicepresidenta, lo interpretó como "un gesto a Alberto Fernández de que sigue teniendo el poder; no quiere perder la centralidad".

El mismo 9 de diciembre, unas horas antes, se celebrará la sesión preparatoria en la que jurarán los senadores electos de las ocho provincias que renovaron su dotación en las últimas elecciones y que entrarán en funciones al día siguiente. A partir de ese momento, el oficialismo perderá el quórum propio y tendrá que negociar el apoyo de fuerzas provinciales para poder habilitar una reunión del pleno.

Hasta el momento se desconoce el temario, pero todo indica que en esa sesión se discutirían el centenar de decretos de necesidad y urgencia firmados por Alberto Fernández en los últimos dos años y que obtuvieron dictamen de la comisión bicameral de Trámite Legislativo la semana pasada, no sin el rechazo de la oposición nucleada en Juntos por el Cambio, según publicó La Nación.

Voceros oficialistas especulaban con que la ratificación de esos decretos será la zanahoria con la que la vicepresidenta se garantizaría que muchos de los senadores oficialistas que finalizan su mandato viajen a Buenos Aires para dar quórum. “Si fracasa la sesión, los que falten van a quedar como responsables de asestarle un duro golpe político al Gobierno”, explicó un legislador kirchnerista al mencionado diario.

El bloque del Frente de Todos del Senado volvió a reunirse por primera vez desde que las elecciones confirmaron la pérdida de la mayoría y el quórum propio que las primarias habían anticipado en septiembre. A pesar del fuerte clima de tensión interna que impera en el oficialismo, no hubo quejas ni reproches.