Si Pablo De Muner salió bramando del vestuario visitante del Antonio Candini tras el 0-0 contra Estudiantes; la cena en Jesús María, mientras miraba el empate en cero entre Temperley y Almirante Brown le debe haber caído como una patada en la boca del estómago.

El entrenador estuvo on fire en la zona mixta. No lograba entender cómo sus dirigidos habían dejado escapar tres puntos que parecían estar en el saco por lo que se había visto desde el inicio del juego contra el “León” y lo hizo saber.

Para colmo, los resultados de la fecha dejaron más en evidencia la falta de protagonismo “santo” para copar la parada en el momento preciso (es la cuarta vez que el equipo no logra ganar el juego que necesita para dar el salto de calidad).

“Fue un partido en el que tuvimos muchísimas posibilidades de ganar, pero no faltó un plus. No faltó estar más tranquilos, nos costó muchísimo el último pase, hubo nerviosismo, tomamos malas decisiones y así y todo tuvimos un penal que también fallamos”. En la rueda de prensa, De Muner enumeró uno a uno los errores que tuvieron sus pupilos. Y fue más allá; dejó en claro que le molesta que esas cosas pasen justo cuando el equipo debe dar el salto de calidad para demostrar que sus aspiraciones de ascenso no se quedan sólo en eso. “Estoy muy caliente porque tuvimos todo y no lo aprovechamos. Me da bronca que haya sido así. Como entrenador me genera angustia y bronca”, insistió.

Durante casi todo el partido San Martín manejó la pelota, los espacios y los tiempos. Pero le faltó astucia y contundencia en los últimos metros, saber cuándo y cómo noquear a un adversario que estaba aturdido, listo para recibir el toque de sentencia. “El penal fue la última chance que tuvimos en un partido en el que no aprovechamos nada. A estos duelos hay que jugarlos con personalidad, con oficio, con carácter, con ambición, con rabia y siento que todo eso nos faltó”, remató “Tomate”, sumando más motivos a su fastidio porque en Río Cuarto todo se dio como lo había planificado en la semana. “En el entretiempo les dije a los muchachos que estaba todo muy claro, clarísimo. El partido estaba para que lo ganemos, teníamos que estar más finos en los últimos metros nada más, tomar mejores decisiones. Pero no lo aprovechamos. Se dio todo como lo habíamos planificado y no logramos ganar. Es una lástima realmente, porque teníamos la necesidad de hacerlo”.

Jugadas claras, situaciones de ataque con superioridad numérica, últimos pases cantados; San Martín hizo todo bien hasta tres cuartos de cancha. Pero una vez más, como en los juegos contra Riestra, contra Alvarado, contra Mitre de Santiago o contra Belgrano, no supo cómo acertar un pleno. Claro, en esta ocasión la defensa rival estaba mucho más abierta que en las anteriores ocasiones. “Y si hubiésemos estado más finos, habríamos tenido más chances todavía”, aseguró el DT.

El empate del líder en el cierre de la jornada de lunes resaltó más los puntos perdidos por San Martín, que de haber ganado habría achicado a tres la diferencia. No es la primera vez que el “Santo” falla en el momento preciso y eso es algo que hace mucho ruido puertas adentro del plantel, entre los dirigentes y entre los hinchas. “Soy el responsable de esto. Por algo sucede. Es difícil cuando dejás pasar tantas chances, porque todo se hace más cuesta arriba”, se hizo cargo De Muner y avisó que ya no hay margen de error. “Quedan pocos partidos y tenemos que ganar todo”, sentenció.

El fin de la fecha

Belgrano consiguió una importante victoria en Mendoza, ante Gimnasia. Fue 3-0 para ponerse a dos puntos de San Martín. Tigre, que ganaba 2-0, terminó empatando 3-3 como local ante Mitre de Santiago.