Todas las miradas volverán a estar sobre la Casa de Gobierno esta semana, la segunda del gobierno interino de Osvaldo Jaldo. Con las pulsaciones aún elevadas por el resultado de las elecciones primarias y con un escenario político convulsionado por el inesperado desenlace de la interna peronista con Juan Manzur, el enigma principal del oficialismo se mantiene en saber con qué actitud el tranqueño llevará las riendas del Poder Ejecutivo. Hasta acá ha dado señales de mesura, diálogo y de que respetará el acuerdo político con el flamante jefe de Gabinete de la Nación de evitar conflictos y priorizar la gobernabilidad. Ya lo demostró al ratificar a los funcionarios del Gabinete, a pesar de los duros cuestionamientos que vertió sobre algunos de ellos durante la campaña.

Las principales expectativas estarán esta semana en lo que será el encuentro que mantendrá Jaldo con los intendentes, por un lado, y con los comisionados rurales, por el otro, siempre acompañado por el ministro del Interior, Miguel Acevedo. Una de las principales dudas es con qué actitud irán al encuentro los jefes municipales, ya que la mayoría de ellos apostaron todas sus fichas por Manzur y algunos hasta quedaron muy expuestos en esa contienda. Hasta aquí no hay una fecha fijada para las reuniones en Casa de Gobierno, aunque trascendió que podrían desarrollarse mañana o el miércoles.

La mayoría de los “compañeros” ha seguido los lineamientos de las cabezas y han bajado los decibeles. Sin embargo, hay otros dirigentes que se mantienen ofuscados o reacios, todavía mirando a 2023. “Ha Jaldo se le ha discutido que adelantó los tiempos, pero ahora son otros los que los quieren adelantar. Hay que saber esperar”, analizó un dirigente del oeste. “Hay desconfianza y enojo, pero tampoco podemos estar a la defensiva”, reconoció un jugador de peso del manzurismo.

Priorizar lo institucional

El gobernador interino aseguró que esta semana “sí o sí” se darán esos encuentros y dejó ver que su intención es mirar hacia adelante, priorizando la gobernabilidad. “Lo que yo aspiro es a tener un trabajo coordinado, que haya complementación con todas las áreas del Estado y que los intendentes y delegados comunales tengan una real participación en la gestión de Gobierno”, dijo a LA GACETA.

Luego de haberse recluido durante el fin de semana en Trancas, Jaldo dijo que recargó las pilas para trabajar puertas adentro antes de salir a recorrer la provincia en su nuevo rol y para promover la unidad en el oficialismo. “La decisión mía es que, a través de las intendencias y las comunas, darles la mayor ejecutividad posible a las obras públicas provinciales, municipales y nacionales para dinamizar la economía y generar puestos de trabajo. Y a eso lo vamos a hacer juntos. Lo principal es lo institucional. Lo político, cuando llegue la fecha, también lo vamos a hablar. Pero la prioridad es lo institucional”, remarcó.

Reordenamiento

En un sentido similar se expresó el intendente talitense Carlos Najar, cuyo municipio se encuentra fuera del Pacto Social. Dijo que más que expectativas, en esta primera reunión irá a escuchar cuál será el proceso de gestión que quiere Jaldo. “Mi idea es apostar por la gobernabilidad en ese sentido. Hay que dejar que baje la espuma de las PASO, se están acomodando las estructuras. Hay que apuntar las miradas hacia adelante. Definiciones de gestión puede haber la otra semana”, dijo Najar, quien contó que el nuevo cargo de Manzur debe verse como una gran oportunidad para crecimiento de la provincia.

Respecto a lo que va viendo de Jaldo, señaló como positivo el cambio de discurso que tuvo y la señal de ratificar a los ministros. “Creo que esto se va a ir acomodando. La pregunta no es qué pasará el 14, sino cómo se va a reestructurar a partir del 15”, opinó. Destacó también que, en líneas generales, casi todos los manzuristas y jaldistas han bajado sus tonos discursivos.

El intendente Famaillá, José Orellana, remarcó que Manzur es el líder del peronismo, quien se impuso en la interna, pero que Jaldo tiene un compromiso de gobernabilidad y de mantener un trato armonioso. Reconoció que las PASO han sido más acaloradas de lo normal, pero advirtió que la unidad del peronismo tiene que ser prioridad para noviembre. “Jaldo lo dice: ya ha pasado la interna. Ahora hay un solo objetivo: la gobernabilidad. No todo sale como uno quiere, las cosas son las que hay. Pero con la harina que hay tenemos que hacer el mejor pan”, dijo.

En cuanto a los “compañeros” que quedaron ofuscados o decepcionados por cómo se dieron las cosas a pesar de que el manzurismo ganó en las urnas, Orellana dijo: “hay que desprender lo individual por lo colectivo. Tenemos que respetar la decisión de quienes nos conducen. Los que están alrededor tienen que estar de acuerdo. Tenemos que hacer las cosas como corresponden a partir de la realidad. Si algunos quieren priorizar 2023, primero está 2021”.