Una verdadera pesadilla viven a diario los bikers en Tucumán para poder entrenar. La inseguridad, el mal estado de las rutas y la falta de empatía por parte de conductores de distintos vehículos; son los obstáculos con los que deben lidiar.

Los deportistas expresaron que se sienten “abandonados” por parte del Gobierno y manifestaron que cada vez que salen de sus hogares no saben que les puede pasar en el camino. "No sabemos como vamos a volver", es la frase más repetida.

Quienes realizan esta actividad reclamaron a las autoridades ser escuchados y que les brinden una respuesta, debido a la importancia que tiene esta practica. 

"En primer lugar, analizamos si la zona por la que nos vamos a desplazar es 'segura', digo entre comillas por que la realidad es que hasta en los lugares consideradas seguros, hubo robos, como por ejemplo el río detrás de Avenida Perón, o incluso en la subida a la escuela de agricultura. Posteriormente, si vamos en grupo o de forma individual, esto es clave para definir el camino. Ir acompañados nos da más seguridad en ciertos sectores y finalmente el estado de las rutas porque muchas de ellas no tienen mantenimiento", contó a LAGACETA.Com el ciclista Álvaro Viola.

El deportista explicó que para entrenar en bicicleta de ruta se requiere que el pavimento se encuentre en buenas condiciones y en Tucumán esas zonas son escasas. "Esto nos limita mucho. Básicamente no tenemos la libertad de decidir realmente como queremos entrenar y hacemos lo que podemos", completó.

Mariana Casadey, otra biker consultada, hace 20 años práctica y denunció que cada día es más complicado salir a pedalear seguros. "En la zona de Yerba Buena es agobiante. No solo por las calles rotas, sino también hay aguas servidas y ahora se suma los perros que nos atacan. Lo que debería ser un plan de tranquilidad se torna en algo estresante", afirmó.

"Uno que practica diariamente conoce lo pozos, pero son una trampa mortal para los biker que recien comienzan", agregó.

Falta de empatía

Los obstáculos no se detienen ahí. Quienes practican esta disciplina deben lidiar también con la falta de empatía por parte de los conductores de automóviles y otros vehículos. "No tienen en cuenta que arriba de esa bici va un ser humano", dijo Ricardo Salguero, un ciclista profesional con más de 30 años de experiencia.

"Hace falta tolerancia. Además de esquivar los pozos, tenemos que soportar bocinazos para que nos apuremos e incluso muchas veces nos insultan. Los vehículos se acercan tanto a las bici que muchas veces no nos dan margen de acción para realizar una maniobra y así se terminan produciendo los accidentes que pueden ser fatales o dejar consecuencias de por vida”, reflexionó.

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Salguero indicó que estos hechos no se repiten en otras provincias y que existe un respeto hacia el deportista.  "El tucumano no maneja mal. Cuando van a otros lados cumplen las normas; lo que hace falta son controles".

"Una vez discutiendo con amigos, uno me dijo 'yo les pasó cerquita para asustarlos', bueno, ya te imaginaras como terminó esa discusión. Por ahí para los que a algunos les resultara gracioso, para los ciclistas implica un serio riesgo de vida”, recordó y añadió: "creo que, si los conductores dejarán de vernos como estorbos en calles, rutas, etc, y nos vieran como personas haciendo deporte, o trasladándose al trabajo o donde sea, el comportamiento sería diferente”, señaló por su parte Viola.

“Nos sentimos abandonados”

Tucumán cuenta con una geografía privilegiada para el entrenamiento de los bikers. Incluso la provincia es considerada como la Capital Nacional del mountain bike. Sin embargo, quienes se dedican a este deporte sienten que son invisibles para las autoridades.

Viola sostuvo que el Estado los tiene "totalmente descuidados”. “Actualmente el uso de las bicicletas como medio de transporte es tendencia mundial por los beneficios que implica, pero aquí solo se castiga o relega al ciclista.

“Debería haber un proyecto integrador entre los diferentes organismos ya sea Vialidad, las comunas, las municipalidades para adoptar la bici como medio de transporte e impartir educación vial. Tiene enormes beneficios para la provincia, ya que aumenta la calidad de vida de todos, disminuyen el caos vehicular y por consiguiente los accidentes de tránsito. Una bici ocupa el 10% del espacio de un auto, no contamina, y encima hace bien a la salud", detalló.

Un circuito estable y el arreglo de las rutas, el principal reclamo. "Cientos de personas practican este deporte. Lo único que se pide es rutas en condiciones, carteles señalizadores y que los conductores nos respeten", concluyó Salguero.