Después de un invierno crudo, con miles de muertes por covid-19 a diario y fuertes restricciones que obligó el cierre de las escuelas desde diciembre hasta marzo, el programa de vacunación empieza a devolverle la normalidad a Inglaterra.

La segunda ola de la pandemia castigó a los ingleses con la llegada del frío y, con los casos, una cepa nueva y los índices de mortalidad en aumento, el aislamiento fue el primer paso que tomó el Gobierno de Boris Johnson, que desde el 8 de diciembre inició el proceso de inoculación de la población mayor. Actualmente, el 51% ya recibió al menos una dosis. 

En estas semanas ya se están vacunando a los mayores de 35 años, al tiempo que las estadísticas señalan que bajaron los contagios (de 50.000 diarios a 1.600) y que las muertes pasaron de un pico de 1.500 el 27 de enero a las tres que se informaron ayer.

MÁS VUELOS. Los viajeros comienzan a poblar todos los días el aeropuerto de Heathrow de Londres. REUTERS

La efectividad de los antídotos de Pfizer/BioNTech y AstraZeneca, la adopción de nuevos hábitos y la llegada de las altas temperaturas podría ser la combinación que lleva a los británicos a esperar ansiosos la apertura anunciada para el 21 de junio, de la mano con el verano.

El tucumano Matías Mahtuk está radicado hace siete meses en Londres y hoy estuvo en un centro de vacunación, al norte de la ciudad. Fue como voluntario para colaborar con la organización y la sanitización de los espacios. Además de la experiencia, le contó a LA GACETA cómo transcurren los días en las Islas Británicas, cada vez más lejos del confinamiento invernal.

"Las cifras y los índices de mortalidad bajaron con la campaña de vacunación. Los infectados eran más jóvenes pero los cuadros fueron cada vez más leves", explicó el tucumano, que a diario es testigo de la reapertura del centro londinense. "La ciudad cambió totalmente. Ya hay gente en las calles y se empiezan a programar actividades", confirma Mathuk, que espera turno para recibir su primera dosis en las próximas semanas.