Mientras que la solución al último capítulo de la crisis del del transporte público todavía parece lejana, quienes dependen del colectivo para trasladarse se resignaron a adaptarse a la nueva modalidad de protesta de los trabajadores: los choferes aún no cobraron el sueldo de marzo y las empresas adelantaron que no disponían fondos para hacer el pago.

La restricción del servicio a la mañana (entre las 9 y las 12 no circulan los colectivos) y a la tarde (entre las 17 y las 20), se hizo evidente en el centro y en las paradas de San Miguel de Tucumán. Temprano, antes de que empiece el horario de atención del comercio, las peatonales estaban pobladas: muchas personas optaron por salir a primera hora para evitar el primer corte de servicio. Casi todos los bancos estaban ocupados: parecía el mediodía pero eran las 8.30.

“Tenía miedo de que los colectivos estén muy llenos a las 8.30, así que salí más temprano”, explicó Lourdes Velasco, sentada en un banco en Buenos Aires casi 24 de Septiembre. “Trabajo en un comercio y siempre viajo en el 12 que pasa por Ciudadela a las 8.35. Hoy me subí a un colectivo a las 8 y estaba lleno como antes de que empiece la pandemia”, explicó la joven de 28 años.

En Salta y Córdoba, dos mujeres se acompañaron un momento en la parada del 101 y del 1. Josefina Viera, de 74 años, especulaba con que apareciera un último colectivo. Había salido temprano para hacer un trámite en el PAMI. Resignada, la mujer se acercó hasta la esquina para tomar un taxi. Ana María Naranjo (55 años) había salido a buscar un medicamento para sus dolencias en la espalda. Dijo que se volvería caminando hasta su casa, en Villa Angelina.

Por la tarde, Jacinta Villafañe esperaba en una parada de colectivos de Yerba Buena, sobre la avenida Aconquija, tomando mate y hojeando una revista vieja. “Trabajo como cuidadora en un instituto de salud mental. Entré a la mañana antes del primer corte de los colectivos. Salí del trabajo a las 18, así que me vine con el mate y esperaré hasta las 20 porque un taxi hasta mi casa en Banda del Río Salí es impagable para mí”, explicó la mujer, de 45 años.

Deuda salarial

“Hasta el momento no hemos recibido ningún llamado ni del Gobierno para mediar ni de los empresarios ofreciendo un plan de pago”, aseveró ayer César González, secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) a LA GACETA. Aclaró que las asambleas en las terminales de cada línea tuvieron un acatamiento del 100%. Afirmó que mañana y el lunes el servicio será normal, pero que analizarán nuevas medidas de fuerza si no reciben respuestas.

“Somos 3.600 trabajadores del transporte público que simplemente queremos que nos paguen el sueldo. Como siempre, le pedimos disculpas al público usuario. Adoptamos esta medida para no perjudicar tanto a los usuarios, que son trabajadores igual que nosotros. Pero si no tenemos ninguna respuesta el lunes lamentablemente las medidas se van a profundizar”, agregó el titular del gremio. En las asambleas, se barajó la posibilidad de realizar paros de 24 horas y movilizaciones.

Los empresarios consultados por este diario reiteraron que no cuentan con fondos para pagar los salarios. “Estamos en una encerrona, no alcanzan los subsidios, que se mantienen a valores de 2019, ni la recaudación. Necesitamos una solución urgente o quebrarán muchas firmas”, coincidieron los titulares de varias firmas consultadas por este diario.