Al mediodía del viernes partió el tren desde la estación Cevil Pozo hacia Retiro, Buenos Aires. Según los fieles pasajeros de este medio de transporte, es una opción muy económica y una experiencia única. “Casi todos los años viajamos en tren, somos una familia numerosa y no podemos pagar boletos para seis personas por otro medio”, comenta Víctor Sánchez, oriundo de Buenos Aires a LA GACETA, minutos antes de partir.

Debido a la difícil situación económica que está atravesando el país, muchas personas optan por el tren para viajar. Según los pasajeros, la diferencia con otros medios de transporte es muy notoria, ya que el precio de los pasajes a Buenos Aires es de $ 770 (Primera) y $ 925 (Pullman) mientras que el ómnibus cuesta alrededor de $ 6.500.

Por otro lado, están aquellos que eligen esta opción además por una cuestión de gusto y costumbre, buscando vivir nuevamente experiencias anteriores que resultaron muy gratas. Los pasajeros que estaban esperando la partida del tren al mediodía se mostraron muy conformes con las condiciones de mantenimiento y servicio.

BOLSOS Y MALETAS. Son acomodados en el último vagón del convoy.

Luego de 20 años sin viajar en tren, María Carrera, de Pilar, Buenos Aires, vuelve a vivir la experiencia de una manera distinta, motivada por las remodelaciones y la calidad del servicio. Esta vez el tren fue la mejor elección por lejos, según cuenta, por las diferencias de precios.

Los servicios se reanudaron a mediados de diciembre. Es importante recordar que, desde hace ya un año y medio, se encuentran averiados dos pilares del puente ferroviario ubicado sobre el río Salí, motivo por el cual el tren continúa sin poder ingresar a San Miguel de Tucumán. Su último andén está en la estación de Cevil Pozo, La Banda, donde semanalmente el tren parte y llega.

La estación Mitre de la ciudad, frente a la Plaza Alberdi, sólo está habilitada al público para el reintegro de pasajes de personas discapacitadas o jubilados, presentando la documentación correspondiente. El resto debe abonar vía web (con tarjeta de crédito o débito) a través del siguiente link https://www.argentina.gob.ar/transporte/trenes.

Antes era otra cosa

José Pacheco fiel pasajero del tren, se encontraba en la estación despidiendo a su sobrino. Viajó muchas veces desde su niñez lo que le permite comparar el antes y el después. “Viajábamos buscando nuevos horizontes en Buenos Aires, incluso sin pagar boleto”, cuenta.

“Antes, en la clase turista, la cual siempre iba colmada, ni siquiera cerraban las puertas, los asientos eran tablones de madera. Por otro lado, se encontraban los coches de primera y la clase Pullman que contaba con aire acondicionado, aunque a veces no funcionaba. Ahora, todos los vagones tienen la misma categoría y comodidades, salvo el camarote”, agrega Pacheco.

En otras oportunidades viajó en avión y también en ómnibus a Buenos Aires, sin embargo, asegura que se queda con el tren, por la nostalgia del recuerdo de sus primeros viajes a Santiago con su madre.

A su lado se encontraba su sobrino, Pedro Aguirre, tucumano a punto del regreso a Buenos Aires, donde reside. Hace cuatro años no visitaba Tucumán y en esta oportunidad viajó para reencontrarse con sus seres queridos. “Desde que tengo noción viajo en tren. Lo elijo porque es mucho más barato y, desde mi punto de vista, más cómodo que viajar en ómnibus”, acota el joven.

Contar con un restaurante (el cual no está funcionando por la pandemia), levantarte del asiento para caminar y bajar en las paradas son algunos de los beneficios que encuentra Aguirre. Otros aspectos que destaca, y que no son menores, son el buen estado de las unidades, el personal siempre al servicio de los pasajeros y dispuestos a evacuar dudas.

COMODIDADES. Los pasajeros elogian el servicio; todos deben viajar con barbijo.

“Lo que si puede resultar una desventaja es la diferencia horaria con otros medios, ya que en tren tardas entre 32 a 35 horas mientras que en micro son 18. De todas formas, no las sentís, comparando el precio de los pasajes, estas horas de más se justifican totalmente”, concluye.

Regreso postergado

Melina Véliz Caneda es una joven tucumana que tuvo la posibilidad de regresar a Santa Fe, su lugar de residencia, luego de permanecer un año y medio en Tucumán por la pandemia. Es la segunda vez que viaja en tren, la primera vez pudo salir desde la estación Mitre en la ciudad.

“Hay gente que le tiene miedo por la cantidad de horas y tienen esa idea del tren de antes con todas sus limitaciones. Pero nada que ver, yo me sorprendí, está muy buena la experiencia, pueden aprovechar para hacer otras actividades, como caminar, leer y disfrutar de un andar más tranquilo”, expresa Melina.

“Me sale $ 385 el pasaje hasta Santa Fe, lo mismo que tomarme un taxi desde el centro hasta cualquier otro punto de la ciudad en San Miguel”, compara, destacando que elige este medio no sólo por su precio accesible sino también por placer.

Protocolo sanitario

La compañía Trenes Argentinos mantiene dos veces por semana los servicios que unen Tucumán con Buenos Aires, partiendo miércoles y domingos (a las 13.05) de Retiro Mitre y los martes y viernes (a las 12.45) de Cevil Pozo.

El recorrido está compuesto por 14 estaciones del recorrido: Campana, Zárate, Baradero, San Pedro, San Nicolás, Rosario Sur, Rosario Norte, Gálvez, Rafaela, Sunchales, Ceres, Pinto, Colonia Dora y La Banda.

Los camarotes y el servicio de restaurante se encuentran fuera de servicio, momentáneamente. El barbijo es obligatorio en todos los pasajeros durante el viaje, sólo pueden quitárselo para comer o beber.