El presidente, Alberto Fernández, dedicó parte del discurso que pronunció durante la apertura del 139° período ordinario de sesiones del Congreso nacional a un tema candente en la Argentina: la violencia contra las mujeres.

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En el marco de ese apartado habló sobre los derechos de las mujeres. Pero apenas mencionó la legalización del aborto, uno de los hechos políticos más trascendentes del año pasado.

Lo hizo en medio de una enumeración de políticas mayor. "Hemos dado prioridad a la ampliación de derechos de las mujeres: establecimos el cupo laboral travesti-trans en la administración pública nacional; cumpliendo la palabra que empeñé promulgué la ley que autoriza la interrupción voluntaria del embarazo; la Argentina logró el primer puesto en el ranking mundial de la Organización de las Naciones Unidas de países con medidas de género durante la pandemia", enumeró, entre otros.

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En lo que respecta a la lucha contra la violencia contra las mujeres, el mandatario reclamó que toda la dirigencia política argentina se una, y la trate como política de Estado.

En ese sentido, pidió que este tema reciba el mismo tratamiento que el "Nunca Más", que reunió a la inmensa mayoría de los argentinos en la lucha por la memoria, la verdad y la Justicia.

"Vengo a proponerles construir un gran consenso en la sociedad argentina contra la violencia de género. Ya pusimos en marcha un programa para acompañar la asistencia integral a las mujeres en riesgo; ampliamos las capacidades y modernizamos la línea 144; creamos un consejo para abordaje de los femicidios y de los travesticidios. Continuaremos con un plan nacional de igualdad en la diversidad. Iniciaremos la construcción de 14 centros territoriales en todo el país para este tema. Presentamos al Congreso un proyecto de creación de un sistema integral de cuidados y de consolidación de un mapa federal. Pondremos en marcha el acceso a derechos de personas en situación de violencia", adelantó.

Y no dejó pasar la oportundiad para criticar al Poder Judicial: "su accionar es definitario en procesos de violencia de género".

Durante otro tramo del discurso habló de las tarifas de energía. "Llega el momento de regularizar el sistema tarifario, que estuvo congelado. Las tarifas deben corresponderse con las necesidades y con las capacidades de nuestra gente. El propósito último es que los subsidios del Estado sólo amparen a quienes los requeiran. Las tarifas deben ser justas y asequibles. La pesadilla de tener que decidir entre comer o pagar los servicios ha llegado a su fin. Enviaré al Congreso un proyecto que declare la emergencia en los servicios públicos, con el objeto de 'desdolarizarlos' y de readecuarlos a una economía con ingresos en pesos. Queremos que estos costos fijos repercutan cada vez menos en el poder adquisitivo de las familias", adelantó.