El sacerdote argentino y misionero católico, Padre Pedro Opeka, conocido por incansable labor humanitaria en Madagascar, ha sido nominado para el Premio Nobel de la Paz de este año.

El primer ministro de Eslovenia, Janez Janša, fue el encargado de anunciar la nominación del religioso al Premio Nobel de la Paz 2021 por su dedicación a “ayudar a las personas que viven en condiciones de vida espantosas”.

Además, se le reconoce haber impulsado un proyecto para la construcción de 4.000 casas de material noble a personas y familias sin hogar y ayudó a educar a 13 mil niños y jóvenes desde su creación. Y, en términos generales, la labor del padre Opeka y sus colaboradores, ha asistido a más de medio millón de personas pobres en Madagascar y Akamasoa consigue proporcionar unos 5 millones de comidas cada año.

Su obra fue difundida a nivel internacional en múltiples oportunidades, pero alcanzó uno de los máximos reconocimientos en 2012, cuando fue nominado por primera vez por el Comité noruego.  

Opeka, nació en Buenos Aires, en 1948. Sus padres eran refugiados de Eslovenia que emigraron tras el inicio del régimen comunista en Yugoslavia. En la actualidad se desempeña como un sacerdote vicentino que trabajó con los pobres en Madagascar durante más de tres décadas. Fundó la asociación humanitaria Akamasoa (“buen amigo”) en 1989 como un “movimiento de solidaridad para ayudar a los más pobres de los pobres” que viven en los basureros.