- EL PROCESO ADECUADO DE LA RUTINA. Siempre aplicar el producto de menor densidad primero y el más denso al final: líquidos, geles, cremas... Si aplicamos primero una crema hará de barrera para la penetración de los productos menos densos.

- POR DÓNDE EMPEZAR: LIMPIEZA. “La rutina básica del cuidado sería levantarse y lavarse la cara con un jabón líquido o con agua micelar”, explica la maquilladora Josefina García Garamendi. De esa manera se eliminan los restos de las cremas de la noche y se prepara la piel para recibir la hidratación. La limpieza de la noche también es clave: busca eliminar maquillaje e impurezas acumuladas durante la jornada.

EL PRIMER PASO. Apenas te levantes, lavá la cara con jabón líquido o con agua micelar, para preparar la piel.

- LO PROFUNDO Y LO SUPERFICIAL. El esquema ideal de hidratación del rostro tiene dos pilares, serum y crema hidratante. “Por su textura ligera, el serum va primero e hidrata las capas profundas de la piel; tiene alta concentración de ingredientes activos. La crema hidratante, en cambio, va hidrata las capas más superficiales; por eso ambos son necesarios”, añade García Garamendi.

- EL TERCER PASO. Con la piel limpia e hidratada llega el turno del protector solar. “Es el mejor tratamiento anti-edad”, destaca García Garamendi, y recuerda que hay que renovarlo cada dos horas.

PROTECCIÓN. La pantalla solar debe ser renovada cada dos horas.

- PROTEGER NO SÓLO LA CARA. “Tanto en el rostro como en el resto del cuerpo la piel necesita estar hidratada y protegida del Sol... en ese orden”, destaca Silvia Molina, jefa del Servicio de Dermatología del hospital Avellaneda, y resalta que el protector debe seleccionarse según la edad y el fototipo. Insiste en recordar que también  pieles morenas o ya bronceadas necesitan protección, y destaca que para las zonas pilosas es más indicado el protector en spray. Por su parte, Jerry Brewer, investigador en Dermatología de la Mayo Clinic, en Rochester, Minnesota (EE.UU.), recomienda nunca usar factor de protección solar (FPS) inferior a 30.

- QUÉ ES EL FOTOTIPO. La piel humana se clasifica en seis grupos, según su tonalidad, su facilidad para quemarse y su capacidad de broncearse; cada uno es un fototipo. Las pieles más claras (fototipo I) resisten al Sol sin sufrir lesiones 10 minutos.

- QUÉ INDICA EL FPS: advierte por cuánto tiempo el protector evita las quemaduras. El FPS30 multiplica por 30 el tiempo que tarda en lesionarse cada tipo de piel. Por ejemplo, alguien fototipo I puede exponerse al Sol (20 minutos después de aplicado el protector) unos 300 minutos sin quemarse.

ÚLTIMO PASO. El maquillaje va sobre piel limpia, hidratada y protegida.

- ESPERAR EL MOMENTO DEL MAQUILLAJE. Es importante permitir que la piel absorba tanto la hidratación como el protector (20 minutos); puede ser bueno hacer la primera etapa antes de vestirte -o de desayunar, al menos- y recién proceder al maquillaje. Y usar protector en aerosol para renovarlo sobre la piel maquillada, recomienda García Garamendi.

- PROTECTORES CON COLOR. Son una solución interesante porque logran la protección con efecto de maquillaje. “No recomiendo en cambio la inversa, el maquillaje con FPS, porque en general no superan el FPS 15, y es muy bajo”, advierte Molina. Los protectores con color son útiles incluso si no vas a maquillarte: permiten disimular imperfecciones de la piel y que vayas a la playa, a la pileta o simplemente a caminar  con la piel protegida, uniforme y luminosa.

- PREVENIR DENGUE: el repelente contra mosquitos debe ir sobre el protector solar, preferentemente en spray, advierte Molina.