La ruta del sol en Ecuador es famosa entre las playas latinoamericanas. Es reconocida mundialmente por su calidez humana y su derroche paradisíaco de flora y fauna. 

Pospandemia, sus sitios ya cuentan con más de 22 protocolos sanitarios que se están aplicando para volver a recibir turismo internacional.

UN CLIMA IDEAL. Vista panorámica de un lugar de ensueño, donde se invita a volver en cada temporada.

Ecuador cuenta con cuatro regiones distintas. Las montañas, la costa, el Amazonas y las famosas islas Galápagos. Cada una tiene su propia cultura: desde la ropa hasta la comida varía. Incluso los idiomas utilizados son diferentes de región en región, particularmente en las comunidades indígenas rurales, y recorrerlo es muy barato y sencillo.

Una gran red de colectivos recorre el país uniendo la playa con la selva y pasando por el cordón montañoso, donde se encuentra Quito, su capital cultural histórica.

PARA TODOS LOS BOLSILLOS. Las alternativas de hospedaje permiten que lleguen viajeros con mucho o con poco dinero.

Su economía está dolarizada ya hace unos largos años. Se puede llegar vía terrestre siguiendo la vía Bolivia-Perú-Ecuador por tierra, en uno de los últimos destino de la ruta mochilera.

Guayaquil es una de las ciudades más densamente pobladas del país, y desde su terminal de buses se puede partir hacia la ruta del sol y las playas, o “Ruta del Spondylus”, la cual abarca todas las provincias de la costa ecuatoriana, de norte a sur.

ATARDECERES MEMORABLES. La puesta del sol en el agua conmueve como un espectáculo natural de una hermosa belleza.

Sus playas se caracterizan por las aguas cristalinas del Pacífico y por su tranquilidad, aunque existen también puntos de concertación turística como Montañitas y Canoa, ciudades costeras que no duermen. La fiesta, el surf, el alcohol y el descontrol son sus principales características.

Lo que hace interesante este recorrido y que es una opción para muchas y muchos viajeros, es la infinidad de opciones que ofrece desde camping con duchas calientes y cocina, un hostal con camas al piso y baúl para guardar tus pertenencias hasta hoteles de muchas estrellas.

UN VERANO EN FAMILIA. La oferta de diversión en la costa ecuatoriana abarca a todas las edades y grupos sociales, sin distinción de integrantes.

Esta ruta se caracteriza por una cosa más: sus espectaculares atardeceres a lo largo de toda la costa, ritual para compartir con mate o una “chela” bien fresca.