“La mariposa recordará que siempre fue gusano”. Esa es la frase de presentación que tiene en su perfil de Twitter Jesús Busto, el empleado del Siprosa que perdió su puesto por haber sido detenido junto a su amiga Mónica Costilla, acusados de trasladar 120 kilos de marihuana. Es el protagonista de un caso que aún está lleno de interrogantes y que, si la investigación continúa arrojando datos, podría tener un impensado como escandaloso final.

La pareja fue detenida el lunes en un control de rutina que realizaba la policía de Santiago del Estero en el paraje conocido como Isca Yacu, en la ruta provincial 130. Se dirigía hacia la provincia e iba a ingresar por el puesto fronterizo Las Cejas, donde realizaba trabajos sanitarios con el programa “Tucumán te cuida”. Había viajado al menos hasta Santa Fe (no se descarta que haya llegado hasta Misiones) en busca de esa carga.

En Delfín Gallo, su localidad natal, todos lo conocen como “Jesú”, el chango que por sus contactos en el Siprosa siempre consiguió ayuda para lo que más lo necesitaban. “No me voy a cansar de repetir. Él no es un narco, no tiene nada que ver con la droga. Él venía en un auto que no era suyo y estaba acompañado por una amiga que le había pedido que lo acompañe”, insistió Celia Sánchez, la madre del detenido.

Hasta ahora se sabe más de Bustos que de Costilla. De ella se pudo recabar muy pocos datos. Vive en una modesta casa de barrio en Los Aguirre. Es madre y hasta el 2015 habría trabajado en la Administración pública, pero no se pudo establecer en qué repartición y por qué dejó de pertenecer al Estado. En los registros aparece como monotributista.

Sus familiares habían insinuado que ellos habían viajado por otro motivo. Por el pedido de una persona a la que no identificó, se trasladaron para buscar a alguien que necesitaba regresar a Tucumán y que no podía ingresar a la provincia de manera legal. Por realizar esa tarea, podrían haber cobrado hasta $30.000.

“Tendrían que investigarla a ella”, dijo Sánchez. La mujer apuntó a Costilla por todos los problemas que tiene su hijo. “Son amigos, la conocía de vista, nada más. Ni sabía que Jesús había viajado con ella porque le había pedido que lo acompañara”, agregó. “Ellos trabajaron un tiempo en un sanatorio privado. Después siguieron viéndose. Sólo los unía una relación de amistad. Pero no actuó bien. Ella debería haberles dicho a las autoridades que mi hijo no tenía nada que ver”, explicó.

Militante

ENTRE LAS CUERDAS. Jesús Bustos aseguró que es inocente, según contó su madre a LA GACETA.

Busto es kirchnerista de primera mano. “Con @CFKArgentina comíamos asado siempre”, posteó en Twitter con una foto de carne asándose en una parrilla. También le deseó un feliz cumpleaños a la vicepresidenta. En esta red social quedó en claro que le gustaba polemizar con los dirigentes opositores. Sus favoritos: el legislador José María Canelada y la dirigente Elisa Carrió.

“Si me tengo que sacar la camiseta de Alberto (Fernández) y de Cristina, lo hago. Pero les pido a los opositores que dejen de hundir en el barro a mi hijo por involucrarlos con dirigentes políticos. Se sacó fotos con ellos como cualquier otro militante”, aseguró Sánchez.

La fiscala federal de Santiago del Estero, Ileana Garzón, sigue indagando en la vida de los detenidos. Sospecha que aprovechando su rol de trabajador de la salud podría haber colaborado con algún narco que tenía la influencia necesaria para ubicarlo en un puesto clave. En un primer momento se rumoreó que había ingresado por recomendación del concejal José Luis Coronel, pero el edil desmintió esa relación.

Las autoridades del Ministerio de Salud tampoco dieron mayores detalles. Sólo explicaron que había comenzado a trabajar en “Tucumán te cuida” hace seis meses, pero rompieron el vínculo luego de que se enteraran de que había sido detenido por trasladar droga. Sin embargo, en su cuenta de Twitter publicó con foto: “El programa #Tucumantecuida bajo la coordinación del doctor Marcelo Busamra continúa con la entrega de anteojos en el interior de la provincia. En esta oportunidad se realizó entrega en #AguaDulce”. El posteo fue realizado el 19 de noviembre de 2019, es decir que había iniciado antes su relación laboral con el Estado.

Una línea

Garzón ya recibió información sobre cómo era el nivel de vida de los imputados y ninguno de ellos vive en la abundancia y, mucho menos, con lujos. La fiscala sospecha que en realidad ellos podrían haber trasladado la droga para otra persona que hasta el momento no está identificada.

No pudo confirmar su teoría porque ambos se abstuvieron de declarar el viernes. “Cuando hablo con él llora todo el tiempo y me dice que no tiene nada que ver”, señaló Sánchez. “Es extraña la situación, ninguno tiene antecedentes y podría haberse acogido a la figura de testigo arrepentido y colaborar con la causa. Su situación procesal hubiera mejorado mucho si hubieran hablado. Están a tiempo”, dijo una fuente de la justicia federal santiagueña.

La madre, en una entrevista con LA GACETA, negó haber recibido amenazas, pero sí señaló: “les pido a los opositores que dejen en paz a mi hijo, que no tiene nada que ver con todo esto. ¿Qué quieren que me lo devuelvan en un cajón?”.

Pero los investigadores tienen varios indicios para seguir indagando. Ya analizan los registros de personas que cruzaron la frontera para determinar si este es el único viaje que realizó. Además, tanto a Busto como a Costilla les secuestraron los celulares que llevaban. Los teléfonos móviles ya están siendo analizados para determinar con quién se comunicaron en las últimas horas antes de haber sido detenidos.