Las 48 horas de gracia que le concedió Sanzaar a la Unión de Rugby de Sudáfrica no alcanzaron para revertir una decisión que ya estaba tomada: la de que los Springboks no jueguen el Rugby Championship 2020. Por primera vez, el seleccionado africano no tomará parte en el certamen, por lo que justo en la edición del 25° aniversario, volverá a ser lo que fue entre 1996 y 2011, antes del ingreso de Los Pumas: un Tres Naciones.

En un año que ha trastornado todo tipo de calendarios y cronogramas, no debería resultar tan extraña la decisión de Sudáfrica de bajarse del torneo por considerar que las circunstancias no estaban dadas para presentar un seleccionado en condiciones de revalidar sus galones de defensor del título y flamante campeón del mundo.

Sus argumentos oficiales resultan bastante atendibles: autorizaciones gubernamentales tardías y otras cuestiones internas le impidieron cumplir con la preparación que habían planificado y desarrollar una competencia interna a tiempo que le permitiera a los jugadores de su medio local sumar un mínimo de 400 minutos de rugby antes de partir hacia Australia, sede del Championship. ¿Para qué arriesgar el crédito que lograron en 2019 tomando parte en un torneo donde estarían en clara desventaja respecto a los All Blacks y los Wallabies, mucho mejor preparados y con más rodaje? Menos aún cuando en 2021 recibirán la gira de los British & Irish Lions.

Eso sí, que esos motivos sean suficientes no significa que sean los únicos. En su postura también puede leerse una devolución de gentilezas por la actitud egoísta que tuvieron Australia y en especial Nueva Zelanda cuando se desató la pandemia, organizando sus propios Súper Rugby en forma unilateral y bosquejando un escenario 2021 que dejaría afuera a las franquicias sudafricanas y a Jaguares. No por nada el posterior coqueteo sudafricano con Europa, que amenazó con llevarse no sólo a las franquicias sudafricanas del Súper Rugby al Pro 14 en 2021 (algo casi confirmado), sino a los propios Springboks al Seis Naciones a partir de 2024. Desde Sanzaar aseguran que esto último no sucederá. Marcelo Rodríguez, presidente de la UAR, lamentó que Sudáfrica no participe, pero aseguró que “está claro que los 12 partidos (anuales) de Los Pumas están confirmados de acá a cinco años”.

Si bien no especificó que Sudáfrica formara parte de ese lote anual, aseguró que en Sanzaar están buscando las mejores alternativas para lo que será un año de transición en 2021 y que la relación entre las cuatro uniones sigue fuerte.

Que Sudáfrica se haya bajado del torneo afecta a Los Pumas en el corto plazo, porque eran su rival del debut el 7 de noviembre (ahora se presentarán una semana más tarde, contra los All Blacks) y porque eso significa dos partidos menos en un calendario ya de por sí muy corto por la pandemia, con el consiguiente impacto económico. ¿Puede esa decisión afectarlos en el largo plazo? Depende. Si se limitara sólo a esta edición, no. Por el contrario, si estas desavenencias condujeran a una eventual ruptura en el Hemisferio Sur y Sudáfrica se acoplara al bloque europeo, la UAR perdería a su principal aliado en Sanzaar, quedando aún más aislada y viéndose forzada a recalcular sus horizontes, en especial sobre dónde ubicar a Jaguares. Pero esas son puras conjeturas. De momento, ya es motivo de celebración que el Rugby Championship vaya a jugarse en un año tan difícil. Aunque sea sin los Springboks.


Fixture
En virtud de la baja de los Springboks, el número de partidos se reducirá de 12 a seis, y cada fecha constará de uno solo. Los Pumas harán su presentación el 14 de noviembre frente a Nueva Zelanda, en Sidney. El 21/11 se medirán contra Australia en Newcastle; el 28/11 volverán a enfrentar a los All Blacks, en Newcastle, y el 5/12 cerrarán frente a los Wallabies en Sidney.