“Este es un tema del que hay mucha tela para cortar”, define Octavio Concilio, contador tributarista, al explayarse sobre los planteos cruzados entre las plataformas de delivery y el Gobierno municipal. Una de esas “telas” es la legislación laboral. “También hay que discutir la relación de dependencia, que no existe con las compañías. Es complicado; no hay experiencia jurisprudencial previa que pueda servir de precedente para lo laboral y lo tributario”, examina.

Se estima que en Tucumán al menos 6.000 personas trabajan como cadetes. Hugo Santucho, referente de un sector de los trabajadores, denuncia que existe precarización y un alto nivel de informalidad en la actividad: quienes se encargan de los repartos en las conocidas apps de entrega son monotributistas y no cuentan con ART ni obra social. “Somos esenciales, pero parecemos trabajadores de segunda. Las grandes empresas no tienen ni oficinas en Tucumán”, había denunciado a este diario. Entre los cadetes hay posturas enfrentadas.