Así como ocurre en el Cementerio Jardín, el único de los tres que dependen de la Capital que entierra a fallecidos por covid-19, en la Banda del Río Salí también aseveran que la necrópolis local está al límite. Sin embargo, más que por el coronavirus, se trata de una cuestión que viene de larga data. “Hay que entender que es el único cementerio grande de Cruz Alta, y que gente de la mayoría de las comunas viene aquí”, explica el intendente Darío Monteros.

Al respecto, recordó que a partir de un proyecto presentado en la Cámara por su hijo, el legislador Gonzalo Monteros, se solicitó la ampliación del cementerio. Y no sólo para Banda del Río Salí, sino para otras ciudades del interior.

Por su parte, Miguel Abboud, secretario de Obras Públicas de Concepción, aseguró que al menos en ese municipio no han experimentado, por ahora, problemas con la capacidad del cementerio. “Por suerte no tuvimos tantos decesos por coronavirus. Tenemos la suerte de contar, además del cementerio municipal, con otros dos privados. Uno es concesionado por la Municipalidad, lo que amplía la capacidad. No sucede lo mismo que en otras intendencias”, diferencia.

En el caso de Famaillá, la situación es “desesperante”. Así lo refrenda el intendente José Orellana. “Ya no tenemos dónde poner cuerpos. La cuestión del coronavirus agrava la situación, pero si aún así no existiera esta pandemia, no tendríamos dónde enterrar a la gente”, explica. Orellana indicó que esa necrópolis quedó entrampada en el ejido urbano y que les urge construir uno nuevo, así como también un crematorio. “Pedimos a la Legislatura que se nos permita expropiar un terreno. De otra manera es imposible. Nuestro cementerio está desbordado y ya tenemos que estar buscando recovecos para poder enterrar a la gente”, insiste.

Durante la sesión en la que se habían solicitado expropiaciones para nuevos cementerios en esa ciudad, Banda del Río Salí y Aguilares, el legislador de Libres del Sur, Federico Masso, ya había alertado: “más vale abrir el paraguas que tenerlo cerrado”.