El fútbol está lleno de momentos decisivos. Esos que definen el futuro de un jugador, de un equipo, de una institución. Un gol, un penal atajado o una salvada sobre la línea pueden marcar a un club o a un futbolista. A lo largo de su historia, San Martín vio defender los colores de la camiseta rojiblanca a grandes figuras que antes o después de pasar por La Ciudadela trascendieron a nivel nacional e internacional. También tiene historias sobre frustradas incorporaciones. Algunas siguen siendo tema de debate. Otras fueron breves y fugaces. Al punto de quedar relegadas en el tiempo. Casi en el olvido. Pero si hay algo que no resiste al paso de los años es el archivo. Y el archivo de LA GACETA guarda muchísimos momentos claves en la vida de los tucumanos y de sus instituciones. En ese maravilloso mundo donde el pasado vuelve a tener vigencia en los tiempos actuales está guardada una joya del fútbol provincial y del periodismo deportivo. “Fillol vendría a San Martín”, afirma el título de la información que fue publicada en la parte superior de la página 14 de la edición del viernes 10 de octubre de 1986.

“Hay gestiones en ese sentido”, sostiene el diario y afirma que pudo acceder a la información a pesar de que los dirigentes del club intentaron conservar el secreto y evitar que se filtraran los detalles. Las negociaciones comenzaron a través de diálogos telefónicos. “Se lograron importantes avances en la gestión”, precisa el informe. También adelanta que las conversaciones iban a seguir en Buenos Aires. “En los próximos días, dos representantes del instituto tucumano viajarán para materializar la operación”, sostiene el artículo, que brinda detalles precisos pese al hermetismo dirigencial. Un logro que adquiere mucha importancia para esos tiempos donde no existían las redes sociales y costaba mucho conseguir datos cuando los responsables no querían que se difundieran.


“Hicimos un intento”

“Hicimos un intento, pero no pudimos concretar la operación”, reconoce 34 años después Ricardo Seoane, padre del actual vicepresidente de San Martín. En aquellos tiempos ocupaba un cargo importante en la comisión directiva y años después accedió a la presidencia de la entidad de La Ciudadela.

Seoane cuenta que al club llegó la propuesta y despertó el interés de la comisión directiva. “Teníamos todo acordado desde lo económico. El esfuerzo era importante, pero estábamos convencidos de que valía la pena. Iba a jugar una instancia decisiva que clasificaba para el torneo Regional. Eran apenas dos meses de competencia y entendíamos que su presencia iba a movilizar mucha gente, no sólo a los hinchas de San Martín. Entendíamos que era una apuesta fuerte desde lo deportivo, pero también en los económico porque las recaudaciones iban a ser importantes”, indicó.


Duro golpe

En ese momento, San Martín venía de sufrir un duro revés al quedar al margen de la primera edición del Nacional B y necesitaba dar un golpe de esas características para recuperar el protagonismo. Fillol, que jugó tres campeonatos mundiales (1974, 1978 cuando fue campeón con el seleccionado conducido por César Luis Menotti, y 1982) comenzaba a transitar el tramo final de una extensa y exitosa carrera. Tras permanecer una década en River, pasó por Argentinos Juniors, Flamengo de Brasil y Atlético de Madrid. Tras regresar de España y mientras buscaba equipo, apareció la posibilidad de San Martín. “Él quería venir y a nosotros nos interesaba. Sin embargo, nos comunicó que surgieron problemas personales que lo obligaban a quedarse en Buenos Aires. Propuso venir los fines de semana para jugar únicamente, pero el entrenador pensó que eso podía romper la unidad del plantel y recomendó no avanzar con la contratación”, le explicó Seoane a LG Deportivo.

Meses después, Fillol se incorporó a Racing antes de cerrar su carrera en Vélez. Con el equipo de Avellaneda vino un par de años después a jugar en La Ciudadela, pero no para defender el arco “santo”. Lo hizo para enfrentar a San Martín, que dirigido por Nelson Chabay llegó a Primera luego de una inolvidable campaña y esa tarde consiguió la victoria.

Fillol. El “Pato”. Un “monstruo” del arco. Una leyenda del fútbol argentino. Si. El campeón del mundo estuvo cerca de atajar en San Martín. Hace 34 años intentaron mantenerlo en secreto. Ahora, el archivo de LA GACETA lo sacó otra vez a la luz.