En cuestión de minutos, la sede de la Brigada de Yerba Buena se llenó de personas. La noticia de que la Policía había recuperado varias bicicletas se difundió rápidamente por los grupos de bikers y las víctimas se presentaron para determinar si eran las suyas. Los investigadores de esa ciudad recibieron un informe sobre quiénes serían los autores de los hechos. Cuando investigaban la veracidad de ese dato, encontraron a un hombre circulando en una de las bicis sustraídas. Lo detuvieron y, con autorización de la Justicia, allanaron la vivienda donde encontraron otros cuatro rodados.