Dos figuras trascendentales en la historia del país serán recordadas esta semana. El miércoles 17 es un nuevo aniversario de la muerte de Martín Miguel de Güemes, quien encabezó la guerra gaucha que frenó el avance español. Tres días después, el sábado 20, se celebra el Día de la Bandera, en homenaje a Manuel Belgrano, quien falleció en esa fecha de 1820, en medio de la indiferencia general. Como tradicionalmente sucede todos los años, los alumnos de cuarto grado harán la Promesa de Lealtad a la Bandera, aunque esta vez será de manera virtual debido a la pandemia de coronavirus. El ministerio de Educación de la provincia informó que el gobernador Juan Manzur tomará la promesa vía on line a estudiantes de los 19 municipios desde el Salón Blanco.
En estos tiempos difíciles, donde el aislamiento y el temor al virus que cambió la vida de las personas, es necesario reflexionar sobre el sentimiento patriótico de los argentinos y preguntarse por qué algunos momentos trascendentales en la historia de nuestro país no tienen el mismo tratamiento a la hora de ser recordados.
Entre los feriados nacionales figura el 20 de noviembre. En esa fecha se celebra el Día de la Soberanía Nacional, en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado de 1845, cuando heroicos soldados, en inferioridad de condiciones, resistieron la invasión del ejército anglo-francés, el más poderoso del mundo. Este hecho es recordado en todo el país como un símbolo de nuestra unidad nacional.
No sucede lo mismo con otros capítulos trascendentales de la historia argentina, que sucedieron en el norte del país. Uno de ellos toca muy de cerca a los tucumanos: el 24 de septiembre, fecha en la que se desarrollo, en 1812, La Batalla de Tucumán. El triunfo, que frenó la avanzada realista, fue decisivo para comenzar el camino hacia la Declaración de la Independencia unos años después. El Ejército Libertador del Norte, comandado por Belgrano, obtuvo una victoria fundamenta sobre las tropas realistas que lo duplicaban en número y arsenal.
El Senado de la Nación sancionó una ley que lo declaró feriado nacional por única vez en 2012, con motivo del bicentenario. Antes y después fue feriado provincial en Tucumán.
Un caso similar ocurre con la Batalla de Salta, otro hecho clave hacia la Independencia, que sirvió para definir los dominios de la región y sucedió el 20 de febrero de 1813. Los salteños lo recuerdan como parte de los feriados provinciales y también hubo un caso excepcional cuando se le otorgó el estatus de feriado nacional extraordinario en homenaje a los 200 años de la recordada victoria lograda por las tropas al mando de Belgrano. El “Éxodo Jujeño” es hecho histórico ocurrido en 2012 -el 23 de agosto- que hay que enmarcar en un plan continental contra el poder colonial español. Las fuerzas realistas que defendían sus colonias avanzarían hasta la actual provincia de Jujuy, y sus pobladores debieron retirarse hasta Tucumán. Este acontecimiento es poco difundido por la historiografía argentina pero tiene un fuerte sentimiento regionalista. La orden de retirada por parte de Belgrano a través de la táctica de “tierra arrasada” buscaba sorprender y derrotar las fuerzas del imperio español.
El senador Guillermo Snopek presentó en el Congreso Nacional un proyecto para que se incorpore en el calendario de feriados nacionales. “Es necesario reivindicar a aquellos que entregaron la vida en la lucha por la independencia”. Una deuda que los argentinos deben saldar incorporando esos tres momentos al calendario de fechas patrias que marcaron a fuego la vida de nuestro país.