En medio de la pandemia y del encierro, la realidad nos interpela y propone nuevas oportunidades que hay que saber aprovechar. Así lo planteó Paola Delbosco, doctora en filosofía, profesora de la Universidad Austral, en una ‘mesa panel’ virtual, durante el evento de la Asociación Cristiana De Empresarios (ACDE).

“No salir podría darnos la oportunidad de ciertas operaciones interesantes”, propuso. Entre ellas, poder valorizar por su ausencia lo que se tenía como garantizado, y que va a ser devuelto, como reunirse con amistades.

Además, explicó que los espacios de las casas vuelven a ser algo más que un dormitorio, vuelven a ser un hogar. “Pero no todos tenemos las mismas oportunidades, por lo que vuelve el problema de que no todos tienen el hogar que deberían tener”, señaló.

“En estos momentos, una buena adaptación implica aceptar lo que no podemos modificar, y comenzar a utilizar una riqueza interior. Es un momento propicio para el autoconocimiento y el de los demás, para fortalecer puentes interpersonales”, propuso.

Desde una perspectiva empresarial, el abogado Juan Vaquer, -ex presidente de ACDE- planteó que esta situación aceleró tendencias ya existentes, como el trabajo remoto y el comercio electrónico. “Ahora que vimos que funcionan y funcionan bien, no vamos a volver atrás”, afirmó.

Expuso que hay realidades que se han hecho más visibles: la interdependencia, cómo una persona se enfermó en Wuhan causó que un peluquero de Necochea no puede trabajar. “Esta interdependencia nos demuestra que la solución a los problemas también deben ser interdependiente”, aseguró.

Sin embargo, sostuvo que hay otras realidades que quedan tapadas, como la pobreza en el país. “¿Qué podemos hacer nosotros, los empresarios? Debemos crear un entramado de empresas virtuosas que inviertan, generen riqueza y creen trabajo. Dentro de nuestras empresas debemos reflejar el país que queremos. Y peticionar a las autoridades para que esto pueda cumplirse”, instó.