La actualidad del fútbol argentino es inédita. La pandemia que afecta considerablemente en lo económico a todos los clubes es algo que lleva a los directivos que tienen a su cargo el manejo de sus finanzas, tengan que agudizar el ingenio para superar esta crisis. Con la incertidumbre propia de no saber cuándo podría llegar a levantarse el aislamiento social, ya se trabaja para hallarle una solución definitiva o parcial a la situación. Se especula que entre hoy y mañana se concretaría otro cónclave que serviría para seguir profundizando el análisis, pues muchos reconocen que la economía de los clubes están en terapia intensiva. Hoy el panorama es desolador tanto en el aspecto futbolístico como económico. Si bien la TV se comprometió a pagar unos meses más, los clubes están perdiendo ingresos día a día: dejan de abonar cada vez más socios, los sponsor se van cayendo y obviamente es imposible soñar con alguna venta en dólares o euros.

Mientras, las conjeturas sobre el futuro del torneo de Primera no paran. Parece ser un hecho juzgado que se descartarán los promedios del descenso, no los habrá durante dos años, y desde 2020 habrá una tabla general para saber quién pierde la categoría.