En la madrugada italiana, un puñado de jóvenes estuvieron prendientes de las imágenes que llegaban por TV desde el “Jardín de la República”. Diego Martel, tucumano, actualmente haciendo un master en comunicación empresarial y que vive en Fisciano (a 10 minutos de Salerno y a 40 de Nápoles), ofició de “anfitrión”.

Martel, fanático del “Decano”, no dudó en invitar a sus amigos colombianos -ninguno seguidor de Independiente Medellín- a ver juntos el partido. “Nos juntamos después de comer en el comedor universitario con Jacobo, que es hincha de Once Caldas; con Daniel, fanático de América y Cristian, seguidor de Deportivo Pereira. Primero vimos Napoli-Barcelona, y después al ‘deca’” contó Diego. “Yo les regalé camisetas, y es como que se hicieron hinchas”, agregó.

Diego, desde la lejana Italia, no olvidó su pasión. Con la claridad del día llegando, la eliminación copera no hizo mella en su espíritu.