La amplísima superioridad de Jaguares sobre Georgia en la revancha que se jugó en San Isidro Club fue tan similar a la que se vio en el partido de la semana anterior en Mar del Plata (66-3) que hasta el resultado fue prácticamente el mismo: 66-7. Por supuesto, cualquier análisis debe necesariamente tener en cuenta la diferencia de nivel entre uno y otro equipo, pero no deja de ser algo para destacar que Jaguares haya sido capaz de plasmar esa distancia que lo separa de un seleccionado europeo de tercer orden, pese a que viene de una muy exigente pretemporada y de ciertas señales de alarma en el scrum, formación que sigue sin brindar una imagen de solidez.

Por supuesto, en el Súper Rugby lo esperan rivales de mucho mayor calibre, aunque la sensación que transmite el equipo dirigido por Gonzalo Quesada es de estar en plena forma para el debut del próximo fin de semana frente a Lions en cancha de Vélez. No sólo eso: pese a que presentará algunas bajas sustanciales en esta temporada (como las de Pablo MateraTomás Lavanini, quienes migraron al rugby europeo), las variantes y las caras nuevas han demostrado que están a la altura.

Una de ellas es el tucumano Tomás Albornoz, quien en su primer partido con la franquicia se dio el lujo de anotar dos tries y tres conversiones. El de Tucumán Rugby comenzó como apertura y luego, con el ingreso de Domingo Miotti, se ubicó como fullback. También es para destacar lo del propio Miotti, quien entró en un gran nivel, aportando conducción dinámica y puntería a los palos. Para completar el pelotón tucumano, también jugaron Matías Orlando (anotó un try), Mateo Carreras y Javier Díaz.

La goleada se completó con tries de Santiago Chocobares, Santiago Montagner, Juan Pablo Zeiss, Sebastián Cancelliere, Lucas Mensa y Emiliano Bofelli.

Con eso se acabaron los ensayos. El sábado que viene, Jaguares jugará su primer partido oficial de una temporada que lo tiene entre los candidatos a pelear el título del Súper Rugby.