En las noches de verano el paseo tiene febril actividad, como si fuera de día. Corredores y ciclistas se dan cita, así como familias y parejas que aprovechan las bondades del pulmón verde para el remanso, además de la actividad de los bares y de la gente que va a rebuscarse unos pesos en las esquinas de alta circulación vehicular.

OSCURO PERO TRANQUILO. Ciclistas y corredores pasan cerca de Antinoo. LA GACETA/FOTO DE DIEGO ARÁOZ
JUEGOS NOCTURNOS. Niños en una calesita cerca del Apolo de Belvedere. LA GACETA/FOTO DE DIEGO ARÁOZ
A LOS PIES DE LUCAS CÓRDOBA. Ciclistas en la avenida de los próceres. LA GACETA/FOTO DE DIEGO ARÁOZ
DOS EN UNA. Un joven pasea sus perros por una vereda del parque y al mismo tiempo hace gimnasia
CERCA DE LA TERMINAL. Una mesa como para un picnic nocturno, junto a la estatua de venus, en zona sur. LA GACETA/FOTO DE DIEGO ARÁOZ