Hola mi nombre es Marcos Delazar tuve la posibilidad de poder visitar Auschwitz en el 2016 cuando viajé a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ 2016) que se realizó en Cracovia junto con tres amigos. 

Auschwitz: si visitaste el campo de exterminio, contanos tus sensaciones
Aún se perciben los olores de los cautivos y sus 'ayes' de dolor

Mi experiencia estuvo llena de una mezcla de emociones, ya que, durante los días de jornada, millones de personas, en su mayoría jóvenes de todo el mundo, visitaron los campos de concentración. Desde el momento en que llegué me dí cuenta que el "turismo", por decirlo de alguna manera, que visita el lugar es muy respetuoso, se percibe silencio, nadie está recorriendo el lugar de manera risueña, ni sacándose fotos muy llamativas. Las únicas voces que se escuchaban eran las de los guías que explicaban el recorrido y el de las personas que iban rezando mientras transitaban los distintos espacios. 

En una región verde, Auschwitz es lo más parecido a una estepa desolada

Es un lugar que invita a reflexionar, que te moviliza a mejorar el mundo, a decir ¡nunca más!. Estando ahí uno se hace muchas preguntas, una de ellas es ¿cómo se pudo llegar a esto? Inmediatamente uno se responde diciendo 'esto no volverá a pasar nunca más', pero a su vez uno ve las cosas que suceden actualmente, y es ahí donde se encienden las alarmas de preocupación. A esa escala y magnitud posiblemente no, pero entristecen las cosas que aun pasan en este mundo, gente que muere por las guerras, de hambre, enfermos y es aquí donde un lugar como Auschwitz, un museo del exterminio, tiene que cobrar importancia y valor, no tan solo para recordar a esas personas que tal vez nunca volvieron con sus familias y jamás pudieron ser identificadas, sino también para que este tipo de lugares que hoy tienen otros nombres desaparezcan. 

Efemérides: A 75 años de la liberación de Auschwitz, el horror de aquellos días se mantiene vivo

Me despido elevando una oración por este mundo, por sus líderes y por todos los inocentes que mueren día a día, como en esos días de mi visita, esta oración se une a la de muchos otros de diferentes razas, credos y culturas.