La Cámara de Senadores votó ayer por unanimidad y a mano alzada la licencia del senador José Alperovich, denunciado por una sobrina segunda por abuso sexual. La licencia es por el término de seis meses y sin goce de dieta, y se le mantiene al legislador la inmunidad parlamentaria.

Si bien Alperovich había anticipado el pedido, lo oficializó con una carta escueta a Gabriela Michetti, donde explica que la primera presentación la hizo su jefa de despacho, casi en idénticos términos que la última nota presentada ya con su firma.

Ayer, en el marco de la jura de los nuevos senadores, el recinto analizó el pedido de licencia del ex gobernador de Tucumán. En esa línea, el senador Luis Naidenoff, presidente del interbloque Cambiemos, fue quien pidió que Alperovich se tomara seis meses de licencia sin goce de sueldo, lo que fue aceptado por el flamante titular del bloque peronista, José Mayans. La propuesta fue votada a mano alzada y aprobada en el momento por una mayoría.

Contra la violencia sexual

Al momento de tratar el tema, la pampeana Norma Durango leyó en su condición de titular de la Comisión Banca de la Mujer, el comunicado difundido inmediatamente después de conocerse la denuncia contra Alperovich. “Nos solidarizamos con las mujeres que han sido abusadas o acosadas, dentro y fuera de este Senado”, y agregaba que “nosotras nos rebelamos contra la violencia sexual y la muerte de miles de mujeres y niñas”.

“Asistimos conmovidas al relato de todas aquellas mujeres que están hablando de sus vidas, de sus dolores, de años de opresión en primera persona, poniéndoles el cuerpo y palabra en todos los ámbitos, a relaciones de poder donde la supremacía del varón marca y somete; denigra y cosifica; vulnera y ultraja”, añade el comunicado que leyó Durango.

La protección

El senador tucumano fue denunciado el viernes pasado por su sobrina segunda, una joven de 29 años que trabaja en el Senado, quien afirmó que sufrió violencia “sexual, física y psicológica” desde diciembre de 2017 hasta mayo de 2019 por parte de su pariente y jefe a la vez.

Tras las denuncias (tanto en la Justicia de Tucumán como la de la Capital Federal), el Senado activó el protocolo de protección a las víctimas de la violencia laboral y de género y separó a la trabajadora del despacho de la senadora Beatriz Mirkin, compañera de bloque y prima de Alperovich, en el que prestaba servicios al momento de radicada la denuncia.

Defensa

En su pedido de licencia, el senador se defendió de la acusación: “como es de público conocimiento he sido víctima de denuncias promovidas en mi contra; la imputación es absolutamente falsa, lo que demostraré, a la corta o a la larga, ante la Justicia. A fin de dedicar mi esfuerzo y mi tiempo a desbaratar la infamia, aclarar la verdad, y reparar mi honor, pediré licencia en mi honorable cargo”, remarcó.

Alperovich cuenta ahora con la licencia por seis meses y con inmunidad de arresto por los fueros parlamentarios que le concede la Constitución, que impiden a otros poderes del Estado “acusar, molestar y detener” a los representantes del Congreso por razones políticas.

Opiniones

Durante la mañana de ayer, importantes figuras del bloque del Frente de Todos se expresaron al respecto. Quien más contundentemente opinó sobre lo sucedido fue Anabel Fernández Sagasti: “Siempre les creemos a las mujeres. Esto es algo que a todos los argentinos nos duele, en todos los ámbitos. Deberá demostrar él en la Justicia qué es lo que sucedió; va a intentar demostrar su inocencia; nosotros esperamos que la Justicia actúe lo más rápido posible”, sentenció. (Infobae/Ámbito/Télam)