La Copa América de Brasil había marcado su última aparición con la "blanquiceleste" y la cinta de capitán. Aquella vez, precisamente el amargo 0-2 contra el Scratch en un partido plagado de polémicas y su expulsión contra Chile en la definición del tercer puesto, provocaron su bronca y las declaraciones contra la Conmebol.

Expresiones que le valdrían después una sanción de tres meses. Y Lionel Messi volvió hoy, en la lejana Riad, con una actuación sólida y festejo incluído, celebración que Alisson Becker (el gran arquero del Liverpool) estuvo a punto de frustrar porque primero desvió el penal, pero en el rebote Leo lo anticipó y firmó la victoria argentina.

Ante la prensa, el rosarino resaltó que "se vive la rivalidad más que nunca y siempre es bueno ganarle a Brasil". Precisamente a la Canarinha, con el de hoy, le convirtió cinco goles (todos en amistosos), la misma cantidad que le anotó a Paraguay.

Y reforzó sus palabras agregando: "cuando se gana se trabaja con tranquilidad, es muy positivo para lo que viene. Yo terminé bien, todos corrimos mucho. Es lo que había que hacer".
También dejó un elogio para el bloque trasero. "Creo que este sistema, defensivamente nos da muchísimo. Es bueno que podamos jugar de varias formas. Al principio intentamos jugar, tuvimos un par de imprecisiones y ellos nos generaron algunas contras. Pero en el segundo tiempo mejoramos mucho. Estuvimos bien parados", apostilló el "10" que adelantó que está para jugar ante Uruguay el lunes.

Y en el final, habló sobre el penal que el árbitro le cobró en contra suya a Alex Sandro: "la verdad no sé si fue, me caigo por la inercia. Creo que me toca, pero no sé".