"Intentamos, pero no pudimos hacer nada. Nos venció la fuerza del agua. Solo te queda la impotencia de luchar contra algo a lo que nunca le vas a ganar".

Ese solo testimonio, apenas uno de las decenas que se pueden recolectar entre los inundados del sur tucumano, resume lo que sienten cada vez que llueve y el agua se los lleva puestos. Otras vez a limpiar el barro, a tirar la ropa y los artefactos que no sirven más. Otra vez a rearmarse.

Esta semana estuvo signada por el sufrimiento de los tucumanos del sur. La impotencia es por luchar contra el agua, pero también contra las soluciones que se prometen pero que jamás llegan.

¿Qué tiene que pasar para que Tucumán no se inunde más?Desde 2015 hasta hoy, todo sigue igual.