La continuidad se impuso en el estamento de los abogados, y las líneas oficialistas de la capital y del Sur renovaron sus membresías ad honorem en el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM), institución encargada de preseleccionar a los jueces a partir de concursos públicos de antecedentes y de oposición. Esteban Padilla y Claudia Córdoba se quedaron con las consejerías titular y suplente de San Miguel de Tucumán mientras que Diego Vals obtuvo la reelección como consejero titular por Concepción y Monteros con Luis Marquetti como suplente. Es la cuarta victoria consecutiva en el CAM del grupo que controla, también, el Colegio de Abogados del Sur. En San Miguel de Tucumán el triunfo supo todavía más dulce: el frente Alberdi-Belgrano-Moreno retuvo las consejerías que había recuperado en 2017 y, además, cortó la racha de derrotas que traían a maltraer a la alianza.

Padilla y Córdoba obtuvieron 683 votos (36,8%), 115 más que la fórmula que acabó en segundo lugar en la capital, Rodolfo Burgos-Francisco Moya. El binomio Rodolfo Gilli-José Diéguez (336 votos) logró el tercer puesto mientras que la lista de Gerardo Poliche-Marcos Rougés (210) salió cuarta. La boleta de Luis Romero Abadie-Máximo Terán (44) se quedó con el quinto y último lugar. Estos resultados corroboran la tendencia histórica para la oposición fragmentada. Cada vez que los rivales se dividieron en dos o más partes, ganó la coalición Alberdi-Belgrano-Moreno.

Vals revalidó con comodidad sus credenciales para representar a los colegas de Concepción y Monteros: con su compañero Marquetti consiguió 214 votos, y superó por casi 24 puntos porcentuales el caudal de las opositoras Judith Ibarra y Ana Isabel Irrazábal (129).

“Fueron comicios ordenados y todo salió de la mejor manera. Felicito a los abogados. Tuvimos una contienda dura porque estábamos ‘palo a palo’ con la lista 2 (Burgos-Moya). Estamos muy contentos y nuestra vocación es representar a todos los profesionales: los que nos votaron y los que votaron a los otros candidatos”, expresó Padilla en presencia de Córdoba y mientras sus dirigentes festejaban en el reducto tradicional de la alianza, el Bar Dalmacio.

“Felicito a Padilla por un triunfo inobjetable en unas elecciones limpias. Nos ponemos a su disposición para todo lo que necesite. En unos comicios con pocos votantes y mucha fragmentación, a la oposición se le hace muy difícil salir airosa. Debemos reconocer que cometimos errores y que tenemos contener a todos los colegas que desean cambiar la conducción. La próxima vez intentaremos formar una opción única. Pero la realidad es que la situación institucional de Tucumán justifica que la abogacía completa se ponga atrás de los ganadores. El CAM debe defender la designación meritocrática de los jueces frente a los intereses políticos”, reflexionó Burgos.

Gilli y Poliche coincidieron con los otros candidatos en que las elecciones transcurrieron sin conflictos. “Padilla y Córdoba son justos vencedores. Son muy buenos candidatos y personas los dos. Nosotros participamos en esta competencia sin estructura: sólo somos un grupo de amigos entusiastas”, añadió Gilli. “Consideramos que hemos mantenido el objetivo de estar presentes en las elecciones y hemos superado el piso de votos que habíamos proyectado. Nuestro grupo está unido por valores e ideas con mucho futuro”, evaluó Poliche. Romero Abadie interpretó que los letrados una vez más habían mostrado intereses particulares o sectoriales: “perdimos otra oportunidad para unirnos por el bien general. Hay actualmente déficits enormes para los abogados que no tienen que ver solo con el CAM”.

REPRESENTANTES DEL SUR. Luis Marquetti y Diego Vals.

Vals recordó que él y Marquetti, quien concursa para cargos en la Justicia, se habían candidateado para hacer un aporte para que, en la tensión de atribuciones, se consolide el dictamen vinculante del CAM, como establece la Constitución: “nos presentamos para defender el acceso igualitario y gratuito de ‘la gran’ Escuela Judicial. Nos presentamos para seguir representando a los abogados de pasillo porque creemos que nuestra profesión debe valorarse y que los números tienen que cerrar con todos los abogados adentro. Agradecemos a los colegas que nos votaron, y enviamos nuestro saludo respetuoso a Judith y a Ana”. Ibarra por su parte expresó: “sabía que las elecciones serían difíciles porque enfrentamos un grupo consolidado. Tengo 33 años: seguiré manteniendo el espacio y vamos en crecimiento. Hay muchos colegas que me acompañan”.

Aunque los oficialismos festejaron, hubo un descenso acusado de la participación. Votaron ayer en total 2.209 letrados de un padrón de 5.973 de matriculados. Esa participación del 37% establece un mínimo histórico para unos comicios de esta naturaleza. El nivel de sufragios emitidos bajó siete puntos porcentuales respecto de la concurrencia registrada en 2017. Por primera vez, la pendiente fue mayor en Concepción y en Monteros, donde sólo hubo 351 votos sobre los 1.040 posibles -sufragó el 34% del padrón-. Hace dos años habían cumplido con esta carga 478 electores equivalentes al 48,4% de los abogados habilitados para votar en aquella jurisdicción.