Es una leyenda del rock que integró las principales bandas, como Pescado Rabioso y Serú Girán, y hace poco editó un nuevo disco con invitados de lujo. Los temas de “Lebon & co”, que está nominado al Grammy Latino, son una selección de las grandes composiciones de David Lebón. Esta noche sonarán en el Mercedes Sosa, junto a otras canciones emblemáticas de su carrera. En diálogo con LA GACETA, el músico habló de su presente y lo describió como el mejor momento de su vida.

- Tus numerosas participaciones en bandas y como invitado en recitales y grabaciones hablan de tu capacidad para integrarte y cultivar la amistad.

- Sí. Ya trabajé en ambientes tensos y comprobé que no nací para eso. No me gusta la agresión o la mala onda o el grito ni situarme en el lugar del “que manda”. Acá donde nos juntamos a tocar o ensayar, no manda nadie. Saben, obviamente, que soy la punta de la lanza. Pero tengo atrás todo el ejército. Es un equipo muy lindo de gente. Además, toda la gente de Sony se ha comportado conmigo excelente. Por la edad, también, acabo de cumplir 67 años y la verdad es que la estoy pasando muy bien.

- El tema del amor aparece con frecuencia en tus letras ¿Sigue siendo un motivo de inspiración?

- Sí. Además no hablo solamente del amor de pareja sino del amor de uno, que es lo primero que tiene que descubrir. La filosofía dice que primero hay que conocerse a sí mismo. Va a ser muy difícil que puedas amar al prójimo si no te amas a vos, o si no confiás en vos tampoco vas a confiar en nadie. Como que el mejor amigo de uno es uno mismo, me parece. Yo lo descubrí hace tres o cuatro años, no mucho. Viví solo un tiempo y me encantó. La pasé bárbaro. Me sentí muy bien conmigo, recordé muchas cosas del pasado que fueron hermosísimas, cosas que ya no quiero recordar más porque hablé mucho de que toqué en Pescado Rabioso, en Serú Girán... Este momento es el mejor que tuve, por lejos. Porque tiene emoción, tiene amor.

- ¿Los estragos emocionales del amor alimentan la poesía?

- Alimentan y a veces duelen también. A veces vos estás bien, escribís sobre algo que significa mucho y te da como un toque de tristeza. Pero yo ya entendí que soy una especie de títere de Dios, pero no un títere sin voluntad sino que Él sabe lo que está haciendo conmigo y yo me entrego completamente. La paso bomba tocando, me escucho, me gusta divertirme con los demás músicos y tengo una ventaja respecto de otros: sé que Dios me quiere mucho. Y eso es importante.

- Además, tu actual pareja y manager, Patricia Oviedo, te apoya mucho.

- Sí. Está muy bien y estamos trabajando juntos, es una persona que sabe mucho de esto. Ahora estuvo en España con Marcela Morelo y le fue increíble.

- Me sorprende que tu voz se conserva tan joven todavía.

- Está así porque tuve malos ejemplos de gente que yo amo, como Charly García, que cuando perdió la voz yo dije “¡Uy! No quiero que me pase lo mismo”. Entonces dejé de fumar, de tomar alcohol, dije: “Ya está. Terminó la joda. Ahora vamos a ponernos a hacer las cosas en serio”. Y realmente estoy muy feliz. Tengo una profesora de canto que voy una vez por semana, hacemos ejercicios vocales, y eso me tranquiliza mucho. El no fumar también me permitió estar mejor. Estoy contento. Estoy haciendo lo que tengo que hacer.

- Me imagino que la grabación significó un disfrute afectivo con tus colegas y amigos.

- Absolutamente. Lo disfruté mucho yo como persona, no tuve que trabajar de la manera en que lo hacía antes, que me ocupaba de todo. De la producción, de las voces, de lo instrumental. En cambio ahora tengo la banda que me sostiene totalmente y, por otro lado, a casi todos los que vinieron a grabar ya los conocía. Fue un sueño. Todo estaba como en clima. No había nada raro, sino que cada vez que íbamos a grabar era todo distendido, contábamos anécdotas y nos divertíamos. Sólo a dos no los conocía de antes: Leiva y Lisandro Aristimuño.

- En el caso de Aristimuño, su música y su poesía parece muy ligada a las canciones que hacías vos, Spinetta y otros en los 70.

- Estoy de acuerdo con vos. Él, los temas que elige y compone, son muy parecidos. Las canciones que hago yo le encantaron y eso me halaga porque es un chico joven con mucho talento, muy buena voz y con excelente disposición. Me llamó antes del recital que di el domingo 13 de septiembre, en el Gran Rex, para avisarme que estaría allí. Un personaje impresionante.

ACTÚA HOY

• A las 22 en el Teatro Mercedes Sosa, San Martín 479.

Un corazón inquieto: tres esposas y algunas novias famosas

Entrevistado para LG Play a su llegada a Tucumán, David Lebón anticipó que quiere grabar otro disco como “Lebon & Co.”, para poder incluir a invitados que en éste no pudieron participar. “Así que vamos a ver ¿No es cierto, Patín?”, dijo dirigiéndose a su actual pareja, Patricia Oviedo, que estaba fuera de cámara. Se refirió a ella como “mi señora, mi compañera, con mi mejor amiga y con mi amor. Y mi manager, jajaja. Eso es lo último”. Al igual que su historia artística, la vida amorosa del músico fue muy nutrida. Su primera esposa fue Liliana Lagardé, que actualmente vive en EEUU con su hija Tayda, música y tatuadora, que nació varón y ahora está en transición para cambio de género. La segunda fue María Peselj, madre de tres de sus hijos: Niklas (guitarrista), Panchi (baterista) y Nayla (cantante lírica). La tercera, madre de su hija Hannah, fue Claudia Dorda, psicóloga. Se involucró sentimentalmente con figuras conocidas como las cantantes Silvina Garré y Celeste Carballo, y las modelos Ginette Reynal y Pata Villanueva. Hasta 2010 fue pareja de la cantante Hilda Lizarazu.