Hay temas que ejercen un fuerte magnetismo sobre la audiencia, por ciertas características especiales: conflicto, proximidad, magnitud, misterio. Así es la de Luis Piccinetti. Con su captura en Bolivia, se reactualizó la historia de este singular personaje y su relación con la gente, el asesinato del agricultor en Trancas y la fuga en medio del juicio. Desde que se supo que el prófugo iba a ser trasladado a Tucumán los periodistas advirtieron que esta cuestión iba a captar todo el interés. Y así fue. Para esta edición se había pensado marcar en la portada sólo las claves de la historia del prófugo. Pero cuando llegaron fotos de la captura, se decidió reemplazar la imagen central -la de los chicos de la escuela Bernabé Aráoz premiados- por la de Piccinetti.