La escalada de violencia en Tucumán hizo que la provincia terminara 2018 como la segunda más violenta del país. Con una tasa de 8,2 homicidios cometidos cada 100.000 habitantes, en el "Jardín de la República" se siembra muerte y se riegan las calles con sangre. 

Al tope de las negativas estadísticas nacionales quedó Santa Fe, una provincia atravesada por el narcotráfico, que el año pasado tuvo una tasa de 9,5 asesinatos. 

La ciudad más violenta de la provincia es la capital, en dónde se registraron 85 muertes el año pasado, con un sostenido aumento con respecto a los dos años anteriores. 

Durante este año se contabilizaron 87 casos, un 30% más de los que se habían registrado en los primeros ocho meses de 2018.