Ayer se cumplieron 75 años de una operación decisiva de la II Guerra Mundial. Ese 6 de junio de 1944, el “Día D”, desembarcaron los aliados en la costa francesa de Normandía. Unos 1.200 aviones y 5.000 barcos participaron en la impresionante operación. Tocaron tierra en cinco playas, a las que bautizaron Utah, Omaha, Sword, Gold y Juno.

Entre los que desembarcaron en Omaha, estaba Benjamín Josset, de 20 años. Nacido en Siria en 1924, se convirtió en tucumano cuando sus padres lo trajeron aquí a los dos años. Se radicaron en La Ramada y luego en la ciudad, en la calle Miguel Lillo. El chico asistía a la escuela Urquiza. Al estallar la guerra, decidió participar junto a los aliados. Adulterando su documento para aparentar 18 años en lugar de los 16 que tenía, se embarcó en 1940 rumbo a Gran Bretaña. Entró como recluta a los cuarteles franceses de De Gaulle, en Carlton Gardens.

Tras una apresurada instrucción militar, partió al norte de Africa. En la compañía de tanques, estuvo en la campaña del Chad y en las de Libia y Tripolitania. Luego pasó a Marruecos y participó en el desembarco de Normandía, entre un infierno de balas. El 25 de agostó de 1944, día de la liberación de París, su tanque de la II División Blindada fue de los primeros que entró en esa ciudad. Actuó luego en la liberación de Estrasburgo.

Se radicó en Francia, donde se casó y tuvo hijos y nietos. En 1987, con su esposa, visitó unos días Tucumán, y en 1997 Francia lo condecoró como Oficial de la Legión de Honor. El 15 de agostó de 2017, falleció en su casa de Villenause-La-Grande, a cien kilómetros de París. Frente a sus restos, veteranos de la división de tanquistas, con banderas y condecoraciones, le dieron el último adiós.