“Cuando la trajeron no podíamos creer. La mató como si fuera un animal. Nos dijeron que había muerto porque la ahorcó, pero estaba toda marcada por los golpes que recibió”, explicó Carolina Perea, hermana de Gala, la chica asesinada en Lules.

La joven apenas si podía realizar declaraciones con LA GACETA. Llorando confirmó que su hermana había iniciado una relación con Víctor Exequiel Natalio Martínez hace unos cuatro años. “Ella tenía apenas 15 años cuando se conocieron. Estaba enamorada de él y pendiente de lo que él quería. Era un noviazgo, pero no vivían juntos”, explicó.

Perea contó además que la familia aceptó la relación en un principio, pero cuando comenzaron a descubrir algunas cosas ya no quisieron saber nada con él. “Observamos que tenía actitudes violentas con Gala. Primero pensamos que se trataba de un enfermo, pero después nos dimos cuenta de que él, aprovechando de lo que sentía ella, le hacía miles de cosas”, informó.

“No le voy a mentir. Él la vivía. La obligaba a prostituirse para conseguir dinero y le sacaba todo lo que tenía. Ella era muy ilusa y no se daba cuenta”, destacó. Añadió que Martínez le enviaba por celular las facturas que tenía y que no podía pagar. “Ella salía corriendo a solucionarle todos los problemas. Después nos enteramos de que cuando no tenía dinero, se prostituía para juntarlo y entregárselo. También se gastaba toda la tarjeta Cabal en darle mercadería”, denunció.

En Famaillá, de a poco, los allegados, familiares y referentes de las organizaciones que luchan a favor de los derechos trans se aproximaron a despedir a Gala. “Ella fue víctima de un sistema horrible y salvaje. Siempre la apoyamos y ahora que no está, lo seguiremos haciendo para que su muerte no quede en la nada, como ocurre con casos como estos”, concluyó.