Llegó al lugar del encuentro pensando que haría un buen negocio. Pero nada de ello ocurrió. Terminó viviendo una pesadilla, ya que fue privado de su libertad por un grupo integrado al menos por un policía y tres civiles, quienes habrían intentado sobornarlo. Los cuatro ya se encuentran detenidos. La Justicia ahora investiga si personal de la Dirección General de Drogas Peligrosas no está involucrado en el caso.

En menos de 10 días fueron tres los efectivos policiales que terminaron tras las rejas (ver nota aparte).

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A mediados de enero, un comerciante de 21 años se contactó con un intermediario para comprar un auto. Concretó el negocio al entregar su Fiat Uno y electrodomésticos (adquiridos en diferentes locales con su tarjeta de crédito) para quedarse con un Renault Logan. Semanas después, el mismo contacto -al que identificó como “José”- lo llamó para ofrecerle otro vehículo y realizar una nueva operación. Acordaron reunirse en un centro de compras de la avenida Roca.

Mientras esperaba al intermediario, el comerciante fue abordado por cuatro policías que se identificaron como efectivos de la Digedrop. Lo trasladaron, según la denuncia, hasta la sede de la división, que está ubicada en la Jefatura de Policía. Allí lo habrían mantenido privado de su libertad durante al menos dos horas. Luego le habrían ofrecido dejarlo ir a cambio de $100.000.

De acuerdo a la denuncia, el comerciante aceptó la propuesta, pero pidió ser trasladado a una entidad crediticia para conseguir el dinero, acompañado por los cuatro sujetos.

En busca de un pariente

Según las actuaciones policiales, no pudieron retirar el dinero porque el local ya había cerrado la puerta. El joven, entonces, propuso comunicarse con un pariente de Aguilares para que le diera dinero “porque tenía un problema con la Policía”. Consiguió parte (habrían sido unos $30.000) y, junto a tres hombres, viajaron a esa ciudad.

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El allegado del comerciante, al temer por el joven, denunció el caso en la comisaría de esa localidad. Por ese motivo se montó un operativo para chequear la denuncia. Al poco tiempo descubrieron a los sospechosos transitando en al menos dos vehículos. Por ese motivo, decidieron trasladarlos hasta la dependencia policial.

Los policías observaron que las cuatro personas estaban nerviosas. La víctima pidió hablar por separado. Contó todo, con lujo de detalles. Los uniformados recibieron la orden de aprehender a los sospechosos. Al identificarlos, descubrieron que uno de ellos era un agente que prestaba servicios en el servicio 911. Ahora buscan a un tal “José”, que podría ser el entregador.

Pero la investigación no terminó ahí. Por una cuestión de rutina, los uniformados confirmaron que el Renault Logan que había adquirido no tenía impedimento legal para transitar. Pero el funcionario policial que les dio la información les confirmó que horas antes, uno de los jefes de la Digedrop, al que sólo identificó como “comisario Sosa”, les había pedido la misma información.

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Con este dato, los de Aguilares hablaron a sus pares de Drogas Peligrosas. Allí, según trascendió, confirmaron que un equipo había secuestrado el Renault Logan porque no coincidía la tarjeta verde con el número de motor. La fiscalía I había ordenado el secuestro del vehículo, pero no la aprehensión del comerciante.

Fuentes policiales y judiciales confirmaron los nombres del personal de la Digedrop que participaron en la incautación del vehículo. Los cuatro acaban de ingresar a la división que lucha contra el narcotráfico y uno de ellos, según trascendió, habría prestado servicios adicionales en el centro de compras donde la víctima dijo que fue detenido. El tal comisario Sosa, que habría recomendado el traslado del equipo que participó del secuestro del vehículo, habría sido superior del agente detenido cuando se desempeñó en el servicio 911.

Temor

LA GACETA fue hasta la casa del comerciante en el interior de la provincia. Confirmaron el hecho, pero se negaron a realizar declaraciones. “Tenemos órdenes de no hablar”, señaló el hombre que atendió al periodista del diario. Luego aclararon que se comunicarían una vez que dialogaran con el abogado que los está asesorando por el caso.

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Los vecinos se mostraron sorprendidos, aunque hablaron bien del protagonista de esta historia. “Son gente de bien. No conozco a nadie que haya tenido problema con ellos. Es terrible lo que vivió”, señaló Laura Díaz.

“En esta provincia ya no me sorprende nada. Aquí hay una realidad: la gente le teme a la Policía con todos estos casos. La imagen de la fuerza está por el suelo”, destacó Pedro Gutiérrez.

Medidas

Ponen en disponibilidad al agente detenido

“No tengo mucha información sobre lo que sucedió en este caso. Lo único que puedo confirmar es que el agente detenido fue puesto a disponibilidad por su supuesta participación”, indicó José Díaz, jefe de la Policía. El comisario (r) destacó además que no podía determinar si personal de la Digedrop estaba involucrado. “Sí puedo confirmar que el vehículo había sido secuestrado por personal de la sección porque la tarjeta verde no coincidía con el número de chasis”, dijo a  LA GACETA.