En 2003, Alperovich “gambeteó” la carta orgánica del PJ para poder ser candidato por el peronismo. Metió un golazo que festejó durante 12 años. El congreso provincial de ese entonces, con la rara fórmula “por única vez” -la usó varias veces con el ex mandatario-, modificó el reglamento interno partidario y lo habilitó para ser postulado como extrapartidario en medio de un áspero plenario, donde hubo congresales que se opusieron tenazmente. Algunos de esos que levantaron la mano rechazando la alternativa y a los que les hicieron un “sombrerito”, hoy -a la distancia- celebran la posibilidad de tener una “revancha”.

Ayer, como si requiriera de nuevos referentes para dar otra batalla electoral, el PJ decidió optar por aquellos que poseen un talento natural para esquivar contrarios y acertarle a la red: incorporó a su planilla de afiliados al ídolo atletiquence Luis “Pulguita” Rodríguez; y lo mostró al estilo de los principales clubes de fútbol europeos, que presentan a sus adquisiciones estelares en medio de un gran espectáculo mediático.

¿El oficialismo hizo todo eso porque lo quiere postular en 2019? La intención principal, al parecer, es contar con figuras reconocidas, del deporte por ejemplo, para hacer campaña por la dupla Manzur-Jaldo. Es así porque en este caso, para que el crack “decano” siga los pasos del senador y pueda ser candidato a lo que sea por el este -legislador, intendente o concejal- debe cumplir con un requisito legal: tener, como mínimo, dos años de afiliación al PJ, tal como lo estipula la carta orgánica del justicialismo. Ergo: no llegaría con los papeles en condiciones para jugar el partido por la copa el 18 o el 25 de agosto. Quejas; a la Conmebol.

Para conseguir una habilitación especial se debería citar al congreso partidario para que, nuevamente, y por única vez, no se aplique el artículo que le impediría ser candidato por el oficialismo. Nueva gambeta. ¿Es el goleador una figura de relieve, políticamente clave para obtener votos que puedan incidir y volcar una elección? Más determinante que lo que pueda conseguir electoralmente, la incorporación del “Pulguita” al PJ de la mano de Jaldo es más importante como golpe de efecto político, especialmente puertas afuera del Gobierno. La repercusión por la “compra” que hizo el PJ es notable. Por la “Ciudadela”, en broma, ya andan diciendo que el oficialismo debería ir pensando en sumar jugadores de San Martín por el oeste, para ir llenando los cartones por cada sección electoral.

En el fondo, la “vaselina” es parte de una batalla por arrimar jugadores al equipo propio, incluso y centralmente de aquellos que tenían la camiseta puesta del equipo rival. El libro de pases está abierto. El partido está por jugarse. ¿El objetivo? Minar al adversario, principalmente al senador. Al oriundo de Simoca se lo vinculaba con Alperovich, y de esta forma se lo expone distanciado del senador y próximo a la dupla que gobierna, aunque Rodríguez deslizó que aún no tiene compromisos asumidos. Una jugada que conlleva un mensaje que se repite con asiduidad: la disputa por el poder político se dará en todos los planos posibles, en especial en contra del senador.

De hecho, antes de que el “Pulguita” estampe su firma en la ficha peronista, Jaldo lanzó todo tipo de dardos a Alperovich. Pasó por “Los Primeros”, en Canal 10, y la acusación más fuerte que arrojó contra el senador es que negoció su candidatura a gobernador con Cambiemos para dañar al oficialismo provincial y abrirle una puerta a la oposición en Tucumán. Según el tranqueño, el ex gobernador habló con Frigerio hasta sobre el Concejo Deliberante de la Capital para afectar al manzurismo. En esta película, el vicegobernador juega un rol distinto al de Manzur: mientras el titular del PE ataca a Macri y se planta en el plano nacional de la política, Jaldo hace el trabajo menos fino, territorial, más de cuartel y de guerra de Zapa.

Lo que está claro es que Manzur no será el que le replique a su antecesor -se cuida de eso, por cierto-, sino que la responsabilidad de cualquier cruce o medida en contra de los intereses que afecten a Alperovich será exclusividad de Jaldo. El gobernador le levantó el pulgar para que haga lo que crea que le conviene al oficialismo, al tiempo que le bajó el pulgar a Alperovich; al que pese, a los puentes que deja abiertos, lo considera un opositor más a gambetear.