Luis Miguel Rodríguez volvió a demostrar que tiene un carisma especial, tanto dentro como fuera de un campo de juego. Y esto le permite ganarse el reconocimiento de quienes tienen la posibilidad de conocerlo.

El viernes a la noche, luego de la victoria por 2 a 1 frente a Rosario Central y de brindar la enésima entrevista a los medios de prensa que lo esperaban en la zona mixta del estadio de 25 de Mayo y Chile, se apartó de los periodistas para ir a saludar a dos niños con discapacidades que estaban en sus sillas de ruedas. Para muchos era una de las tantas muestras de cariño que “Pulguita” recibe al final de cada encuentro en el Monumental, pero cuando LG Deportiva se acercó a los protagonistas de la escena, se dio cuenta que era una historia de vida que movilizó el sentimiento de “LR7”.

Sueño hecho realidad

Eliasin y Ángel viven en Amberes y García Fernández, respectivamente, y tenían la ilusión de conocer el estadio Monumental y presenciar un partido del “Decano”. “Pulguita” fue el encargado de hacer realidad el sueño de estos niños. “Cuando me conecté con la familia de ellos, fui personalmente a visitarlos a sus casas para invitarlos a este partido. Compartir la alegría que muestran estos niños es algo que no tiene precio”, expresó el goleador del equipo “albiceleste”.

Atlético está recuperado

Los niños contaron que vivieron una noche mágica, porque Atlético había ganado y porque su mayor ídolo había convertido el tanto que le dio el triunfo al equipo. Aunque los dos demostraban su devoción por el atacante de Simoca, Eliasin se mostró desbordado emocionalmente cuando “Pulguita” lo abrazó y le dio la bienvenida al lugar donde escribió sus máximas páginas de gloria en su carrera futbolística.

Emocionados

Con los ojos brillosos por la emoción y a punto de dejar escapar la primera lágrima, Eliasin recordó lo vivido en el momento que Rodríguez estableció la diferencia final en el marcador. “Juro que lo grité con todo. A ‘Pulguita’ lo amo y fue como que ese gol nos regaló a nosotros”, expresó entre risas el niño de Amberes, un lugar cercano a Simoca, la ciudad de donde es oriundo el jugador del “Decano”.

Guillermo Acosta y Fernando Zampedri, actualmente en Rosario Central y ex compañero de Rodríguez, fueron algunos de los jugadores que también se acercaron a saludar a los niños.

El “como sea” se hizo sentir en Atlético

“Pulguita”, que proviene de un hogar humilde en el que sus padres se esforzaron para criar a sus ocho hijos, reconoció que actos como este lo movilizan mucho. “Te das cuenta que con muy poco, uno puede hacer feliz a mucha gente. En este caso fue a dos niños que vinieron del interior como yo y que pudieron concretar un viejo sueño. Me enseñaron que nada es más reconfortante que observar la sonrisa de un niño”, concluyó el goleador.