Pasaron tres días desde que Valentín Villegas fue brutalmente asesinado por un motochorro que le asestó tres puñaladas en el pecho. El crimen del adolescente de 15 años conmovió a los vecinos de Yerba Buena.

En la noche del lunes, más de 200 personas se movilizaron para reclamar por seguridad y justicia. Pero todo sigue igual en la “ciudad jardín”. Por ejemplo, los residentes de calle San Martín al 1.300, donde se registró el hecho, aseguran que siguen padeciendo la ausencia de la Policía.

Ayer, según le manifestaron a LA GACETA algunos vecinos del barrio 120 Viviendas, no se montaron en el lugar del ataque puestos fijos con uniformados, ni tampoco se intensificaron los patrullajes.

Ausencia policial

“A pesar de lo grave del caso, todavía se nota mucho la ausencia de policías en las calles. Lo que pienso es que deberían tener en cuenta que en Yerba Buena se están construyendo muchos barrios nuevos y que la población creció. Lo fundamental es la prevención y que haya policías de parada en las esquinas”, planteó Juan Carlos Córdoba, quien vive sobre calle Jujuy.

“Estamos conmovidos. La Policía debe realizar más controles. Ellos conocen la zona, pero en este momento no están en las calles protegiéndonos, a pesar de lo que sucedió. Eso se tiene que cortar”, agregó.

“Lo que me llamó la atención es que la Policía supiera quién era el asesino a pesar de que nadie lo había visto. Eso nos da a entender que ellos los conocen. Incluso después del asesinato de Valentín, la Policía siguió sin aparecer por la zona. Eso pasa en todo el municipio”, afirmó Daniela Ramírez.

“No sé si no tiene los medios para protegernos, pero los vecinos estamos muy disconformes. No es un problema de falta de personal, sino de que no están en la comisaría. Están en otro lado. Aquí también cuando te asaltan y llamás a la comisaría te dicen que no tienen combustible. Terminás comprándote un arma y haciendo disparos al aire”, explicó Ramiro Espinoza.

Alarmas

El barrio 120 Viviendas comenzó a poblarse hace 20 años, cuando fueron entregadas las casas. La calle San Martín al 1.300, donde se registró el crimen del adolescente, está ubicada frente al Golf Country. Del lado sur, es una cuadra de muchos comercios y pocas casas. Por los problemas de inseguridad, un grupo de vecinos decidió instalar un sistema de alarma.

“Las estuvimos probando el sábado. Es increíble que al otro día hayan matado a este pobre chico. Aquí nos conocemos todos. La mayoría de los vecinos somos los mismos desde hace años. Al asesino ya lo habíamos visto por la zona. Andaba merodeando por aquí, es del barrio La Cañada”, narró José. “Son 38 las casas que pusimos las alarmas. El 30% del costo lo abonó el municipio y del resto de los gastos nos ocupamos nosotros”, agregó.

“En su momento logramos mejorar la plaza del barrio, donde algunos chicos se reunían a consumir drogas. El municipio mejoró el sistema de iluminación y se le dio vida al lugar”, señaló Analía.

“Tenemos tres grupos de WhatsApp: uno es solamente para emergencias. Así los vecinos nos mantenemos comunicados por cualquier movimiento sospechoso en la calle”, concluyó.