Una vez más, la Policía debió custodiar un ruidoso acompañamiento fúnebre que incluyó el paso por una cancha de fútbol y la detonación de bombas de estruendo.

Fue esta tarde, cuando una multitud acompañó los restos de un joven de 18 años, quien ayer se quitó la vida, hacia el cementerio. Personal de la seccional 2° se presentó en Las Piedras al 500, donde se realizaba el velorio, con intenciones de evitar que se hicieran disparos al aire.

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A lo largo del cortejo fúnebre fueron sumándose efectivos del GOM, de Infantería, de Guardia Urbana y del 911. Fuentes de la fuerza indicaron que alrededor de 50 motocicletas con dos personas cada una, 40 automóviles y dos colectivos particulares acompañaron el féretro.

Primero se detuvieron en Las Heras al 1.400, donde arrojaron fuegos de artificio y bombas de estruendo. Luego continuaron hacia el estadio del Club San Martín y allí realizaron cánticos alusivos al equipo de fútbol del que era hincha el fallecido.

Secuestraron un colectivo para obligarlo a seguir un acompañamiento fúnebre

Finalmente, se dirigieron al cementerio sin que se produjeran incidentes debido a la fuerte presencia policial.