Los dos se criaron en Boca. Aprendieron a jugar al fútbol y hasta se formaron como personas en los pasillos de Casa Amarilla. Pero los años pasaron y, tapados en su momento por las grandes figuras que le permitieron a Boca llegar a lo más alto del mundo, decidieron volar hacia otros rumbos.

Hoy, muchos años después y mientras intentan acomodarse al “mundo San Martín”, vuelven a cruzarse con esa camiseta que supieron defender durante muchos años, cuando llegar al fútbol grande era el mayor anhelo. Eso sí, Matías Cahais y Fabián Espíndola tienen miradas diferentes en torno al juego de hoy, a partir de las 18, por los 16avos. de final de la Copa Argentina. El defensor percibe que será especial, pero el delantero no ve nada raro.

“Claro que es especial jugar contra un ex club y, sobre todo, contra Boca. Allí me formé y en ese club pasé muchos años de mi vida”, asegura el defensor en diálogo con LG Deportiva, a horas de un duelo caliente. Espíndola, en tanto, baja un poco los decibeles. “Es un partido lindo, contra un equipo grande; algo que nos puede dar la chance de pegar el salto de calidad”, señala el puntano, sin hacer mención a su pasado.

ARMA. La potencia de Espíndola es una de las esperanzas ofensivas del “Santo”. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARAOZ.

Criado en Boca, debutó en 2005, de la mano de Jorge Benítez. No tuvo mucho rodaje con la “azul y oro”. Por eso es que piensa que el juego de esta tarde es especial sólo por lo que representa para San Martín. “En Boca hice las inferiores, pero en Primera jugué poco, opacado por grandes figuras que ganaron todo en el club”, afirma, y planta bandera. “Ganar este partido puede inyectarnos cosas positivas de cara a lo que viene. Debe servir como trampolín. A eso debemos apuntar”, agrega.

En eso sí coincide Cahais, que también se curtió el lomo a las sombras de ese Boca súper ganador de comienzos de siglo. “Más allá de que a nosotros nos tiene que importar la Superliga y que ahí es donde debemos hacernos fuertes, ganarle a Boca puede servirnos para darnos cuenta que estamos en condiciones de hacer un buen torneo”, opina el central, que ya enfrentó a Boca jugando para Racing y Olimpo. “No será la primera ni la última vez. Quiero que este equipo pueda seguir creciendo, que hagamos un buen partido y que podamos darle una alegría a toda la gente que está detrás de nosotros. Estamos en condiciones de darles un dolor de cabeza”, se esperanza el central.

El gran plantel con el que cuenta Guillermo Barros Schelotto, las numerosas variantes y el presente “Xeneize” imponen respeto, pero no temor en Bolívar y Pellegrini. “Boca tiene un gran plantel. Es el actual bicampeón de Argentina y en la Copa Libertadores es uno de los grandes candidatos al título. Pero esto es fútbol y si nosotros hacemos lo que sabemos podemos ganarles”, pega en seco Cahais. Espíndola asienta y explica cómo se debe disputar este juego. “Debemos ser ordenados para evitar que sus jugadores estén cómodos en el campo. No debemos darles espacio y estar concentrados. Si hacemos eso crecerán nuestras chances”, remata “Loco”.

“Jugar al golpe por golpe es un error. Ellos tienen jugadores de mucha calidad que pueden marcar la diferencia en cualquier momento. Debemos presionarlos y lastimarlos cuando tengamos la pelota”, agrega Matías.

San Martín comienza como punto en esta historia de la Copa Argentina, pero en su entorno nadie piensa bajar la guardia. Impulsado por su gente, el plantel “santo” apuesta a dar un golpe que puede ser un cimbronazo para el país futbolero, de la mano de dos hombres modelados en las entrañas de La Boca. “Sería lindo ganar, pero lo más importante es que serviría mucho para el futuro de San Martín”, explican casi a coro. Sí, dicen que no hay peor astilla que la del mismo palo...


> PUNTO DE VISTA

Deben sentirse seguros


Ricardo Troitiño
Jugó en el 6-1 a boca en La bombonera

Boca tiene el mejor plantel del fútbol argentino y San Martín aún se está armando. Pero más allá de eso creo que lo fundamental es que el jugador no se siente menos dentro del campo. Para ganarle a los grandes hay que tener atrevimiento y confiar al máximo en las condiciones propias y en lo que planifica el entrenador. Además, en este club hay mucha historia, es un grande del interior. Así deben sentirlo en el campo y será clave acompañar a Claudio Bieler, la gran figura. De esa manera lo hicimos en 1988 y logramos un triunfo histórico. Hoy, este plantel tiene la chance de seguir escribiendo la historia grande de San Martín. Deben aprovecharlo.