Pese a haber salido animados de la cueva, los 12 niños y su entrenador deberán hacer una serie de tratamientos para mejorar su calidad de vida tras 17 días de encierro en un lugar oscuro y con riesgo de contraer enfermedades. 

Todos están internados y fueron vacunados contra el tétanos y la rabia, también están controlando la cicatrización de algunas heridas que tienen en la piel. Les están realizando diferentes pruebas para conocer el estado de sus pulmones ya que fueron muchos días en un ambiente húmedo. 

Los chicos permanecerán aislados y en la oscuridad durante una semana, incluso están usando lentes de sol para que el impacto con la luz no sean tan fuerte. Deberán estar en cuarentena para recuperar fuerzas ya que en estos días bajaron mucho de peso. 

Apenas salieron de la cueva, los niños fueron alimentados con comida instantánea y jaleas energéticas, y poco después ya comenzaron a ingerir alimentos blandos de fácil digestión que les permitirá ir ganando peso.