Sin duda era el duelo de octavos con menos cartel del Mundial de Rusia, y así se definió también, por la mínima: Suecia 1-Suiza 0.

Pero el resultado fue suficiente para que los suecos lograran una clasificación histórica a cuartos de final, ayudados por un rebote que descolocó al arquero rival.

Emil Forsberg fue el autor del tiro que tocó en el defensor de Suiza y se terminó dentro del arco para decretar un resultado que nunca más se modificó.

Suiza hizo lo que pudo pero no tuvo más tiempo para intentar remontar la historia. El que se acomodó perfecto en el cuadro de cuartos fue Suecia, que ahora espera por el ganador de Inglaterra y Colombia para estirar su sueño mundialista.