Los datos son más bien sombríos. Según reveló ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en su Estudio sobre la Evolución de la Distribución del Ingreso en Argentina, en el país aumentó notoriamente la desigualdad económica y social.

El coeficiente de Gini que mide la desigualdad en los ingresos dentro de un país, subió un 5,51%. Pasó de 0,417 en el último trimestre de 2017 a 0,440 en el primero de 2018.

Así, según el estudio del Indec, la desigualdad entre los argentinos más ricos y los más pobres aumentó de 17 a 20 veces en el primer trimestre del año, y cuatro de cada 10 hogares no alcanzaron a cubrir la canasta básica.

Siempre siguiendo al Indec, los hombres ganan en promedio 29% más que las mujeres: el sueldo promedio de ellos fue de $ 19.631, mientras que el de ellas fue de $ 14.096.

De acuerdo con las escalas de ingreso individual, seis de cada 10 asalariados, más de 8,3 millones de personas, tenían ingresos mensuales de entre $ 15.000 y $ 16.200, mientras la canasta básica total tenía en marzo pasado un costo de $ 17.867. Alrededor de 899.280 hogares tenían ingresos de entre $ 16.000 y $ 20.000, y llegaban parcialmente a cubrir el costo de la canasta que define el nivel de pobreza.

El organismo oficial detectó una proporción levemente mayor de pobres en el segmento de trabajadores ocupados como autónomo e independiente, fenómeno que se explica porque la brecha de ingresos con los asalariados tiende a abrirse en las escalas superiores.

Mientras que en el caso de los hogares, esa brecha negativa fue de poco más de 35% de las familias. También fue más alta la distancia negativa de los recursos generados por casi el 38% de los jefes de hogar total respecto del nivel del salario mínimo vital y móvil de $ 9.500.

Concentración

Al cabo del primer trimestre, casi el 46% de los recursos monetarios percibidos por el conjunto de los hogares se concentró en el 20% del total, mientras que el 54% restante se distribuyó entre el 80% de las familias. En ese caso, la distancia entre los extremos de ingresos promedio se estimó en 15,8 veces, pese a que en valores absolutos fue de más de 60 veces.

El Indec detectó que entre la población asalariada por cada 2 que estaban ocupados con descuento jubilatorio había uno sin descuento, esto es en negro.

Pero esa brecha fue notablemente mayor en términos de ingresos generados por esos grupos: 82,5% en el primer caso y 17,5% en el segundo.

Los datos que difundió el organismo oficial corresponden al primer trimestre del año y no contemplan todavía los datos de abril, mayo y junio, en los que hasta el propio gobierno admitió que los indicadores empeorarán producto de la crisis cambiaria y financiera en la que se disparó el precio del dólar.