Los expertos del FMI insisten en que la cotización del dólar debe estar dictaminada por el mercado, según el libre juego de oferta y demanda. Eso significa que no les agrada la actual política del Banco Central, que todos los días se “planta” con una mega oferta de U$S 5.000 millones para contener el precio mayorista en $ 25, al tiempo que el Banco Nación vuelca billetes al circuito para abastecer el canal minorista. En consecuencia, como gran condición el FMI pretende que el gobierno argentino libere por completo el mercado cambiario, algo a lo que los funcionarios le tienen mucho miedo. Según una nota publicada por iprofesional. com, hay funcionarios que aseguran que el Gobierno confía en que el anuncio del acuerdo con el FMI, por sí solo, pueda mejorar las expectativas del “mercado”.

Desaparece la “muralla” del Central para sostener al dólar

Las expectativas del Gobierno estarán puestas hoy en la reacción que tendrá el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en los mercados. Analistas consultados por LA GACETA coincidieron anoche en afirmar que es probable que hoy se perciba cierta euforia y que “los papeles vuelen”. En otras palabras, que haya una reacción positiva en el valor de acciones y de bonos.

En este sentido, también desaparecerá la “muralla” que había puesto el Banco Central con la oferta de U$S 5.000 millones para sostener la divisa estadounidense cerca de los $ 25. “En los próximos días vamos a observar ese fenómeno si se toma en cuenta que se aspira a tener una libre flotación del dólar”, indicó a nuestro diario el analista Gustavo Ber.

$ 27, 40 es la proyección del valor del dólar hasta fines de año, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central.

Según el economista, con el acuerdo con el FMI, la gestión del presidente Mauricio Macri buscará restablecer la confianza entre los inversores, ya que el financiamiento le permitirá, al menos, financiar al Tesoro durante un año y medio. Precisamente, una de las novedades que se confirmó a partir del acuerdo es que los fondos que enviará este mes el organismo internacional a la Argentina llegarán a través del Tesoro y no del Banco Central. Por lo tanto, no habrá obligación a emitir pesos para comprar aquellos dólares, con lo que también se evitaría emitir Letras (Lebac) para esterilizar la moneda nacional. El efecto de esa situación es que la inflación irá desacelerándose.

Ber, no obstante, advierte que la Casa Rosada no podrá vivir con el respirador financiero que le otorgará el FMI por un largo tiempo. “Internamente, el Gobierno tendrá que hacer los deberes que acuerde con el organismo, tratando de cuidar la cuestión social y mirando qué sucede con el contexto internacional”, indica. En el camino, además, tendrá que regenerar la confianza para volver al mercado voluntario de capitales.

Autonomía del BCRA

“Con el objetivo de reducir en forma sostenible la inflación es necesario fortalecer la situación patrimonial del Banco Central que fue seriamente debilitada durante las últimas administraciones. A partir de este momento, se llevará a cero el financiamiento monetario del Banco Central al Tesoro. Asimismo, el Tesoro se compromete a un programa de cancelación anticipada de Letras Intransferibles para que el Banco Central pueda, con esos recursos, reducir el stock de Lebac”, informó anoche el Palacio de Hacienda a través de un comunicado.

El entendimiento con el Fondo deja en claro que el Gobierno debe reforzar la autonomía de la entidad monetaria nacional. Por esa razón, el área que conduce el ministro Nicolás Dujovne anunció que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso un proyecto de reforma de la Carta Orgánica del BCRA “reforzando su autonomía”.

“Se ha cumplido con una regla de manual de cuando uno tiene una crisis: lanzar un paquete que sobrepase las expectativas de mercado. Los 50.000 millones sorprendieron para bien. Antes de este acuerdo se hablaba de 18 meses y 30.000 millones, y ahora estamos en 50.000 en 36 meses”, dijo a América Noticias el ex presidente del BCRA, Martín Redrado.

“(Este acuerdo) supera ampliamente las expectativas. Los mercados deberían reaccionar muy positivamente mañana. Queda claro que el país tiene amplia capacidad de pago. Gran trabajo del equipo económico”, dijo, por su parte, el ex secretario de Finanzas, Miguel Kiguel. “En una gran medida este acuerdo que cierra el Gobierno frente a un riesgo muy importante que era el mercado financiero, que no se está comportando de un modo que nos convenga. De este modo cierra las necesidades fiscales de aquí al 2019 y blinda a la Argentina de problemas financieros de aquí en adelante”, opinó el economista Fausto Spotorno.

Panorama
La deuda pública de la Argentina alcanzó U$S 320.935 millones en 2017. Representa un 57,1% del Producto Bruto Interno del país.
Según datos de la consultora FIEL, el ratio deuda-PIB de Argentina se ubica levemente por encima del de Chile y Perú.
Casi el 70% de la deuda argentina es en moneda extranjera, lo que deja al país más expuesto a la volatilidad de los mercados externos.
Más del 40% de la  deuda pública de Argentina es con acreedores privados y la mayor parte esa cifra es en moneda extranjera. 
La Argentina cerrará el 2018 con un 70% de su deuda global nominada en moneda extranjera muy por encima del 5% que tiene Brasil.
Desde la crisis de 2002, la mayoría de la deuda en divisas era con el propio sector público, lo que limitaba el impacto de los vaivenes.
El veloz ritmo del endeudamiento externo ha creado una amplia necesidad de financiamiento externo para los próximos años.

Panorama

1- La deuda pública de la Argentina alcanzó U$S 320.935 millones en 2017. Representa un 57,1% del Producto Bruto Interno del país.

2- Según datos de la consultora FIEL, el ratio deuda-PIB de Argentina se ubica levemente por encima del de Chile y Perú.

3- Casi el 70% de la deuda argentina es en moneda extranjera, lo que deja al país más expuesto a la volatilidad de los mercados externos.

4- Más del 40% de la  deuda pública de Argentina es con acreedores privados y la mayor parte esa cifra es en moneda extranjera. 

5- La Argentina cerrará el 2018 con un 70% de su deuda global nominada en moneda extranjera muy por encima del 5% que tiene Brasil.

6- Desde la crisis de 2002, la mayoría de la deuda en divisas era con el propio sector público, lo que limitaba el impacto de los vaivenes.

7- El veloz ritmo del endeudamiento externo ha creado una amplia necesidad de financiamiento externo para los próximos años.