Una vez más un oficial de alto rango generó dudas con su relato y terminó detenido. Se trata del comisario general Raúl Antonio Ferreyra (54), quien era el subjefe de la ex Brigada de Investigaciones cuando se produjo el crimen de Paulina Alejandra Lebbos.

Ferreyra se convirtió en el tercer comisario sospechado del presunto delito de falso testimonio. Lo precedieron Daniel Díaz, ex jefe de Criminalística Norte; y Raúl Lobo, ex director de Bomberos.

Según Alberto Lebbos, el padre de la víctima “los oficiales de alto rango vienen a mentir brutalmente y creen que no les va a pasar nada”. “Esta gente quiere que se oculte la verdad. Cometió un delito durante el juicio. Por su condición de policía es un auxiliar de la Justicia, tenía la obligación de venir a decir la verdad. Mintió para proteger a sus ex jefes”, agregó.

El tribunal, por mayoría -con el voto en disidencia del vocal Rafael Macoritto-, resolvió hacer lugar al pedido de la querella. El lunes por la noche, Emilio Mrad, representante de Lebbos, había pedido la detención Ferreyra.

Ayer, después de que el testigo participara de un careo con Luis Núñez -otro ex jefe de Investigaciones-, los jueces Macorito, Dante Ibáñez y Carlos Caramutti pasaron a deliberar. Ibáñez y Caramuti se inclinaron por la inmediata detención de Ferreyra, quien quedó a disposición del fiscal de instrucción Diego López Ávila (IV), por la vinculación con la causa.

Ferreyra no ocultó su enojo con la determinación del tribunal. Mientras era trasladado por la guardia hasta la Alcaidía del Palacio, se defendió a los gritos: “Es una situación totalmente injusta. Dije todo lo que me preguntaron. Esto realmente es un circo. Me arruinaron la vida. El fiscal no me ordenó ninguna medida. He perdido toda mi vida trabajando en este hecho con la única finalidad de encontrar a Paulina viva”, aseguró.

“No hubo ningún encubrimiento, se trabajó como corresponde hasta último momento, se puso todo. Nunca oculté ningún detalle, porque soy padre de familia y nunca lo haría. Es una cuestión de Justicia, no económica”, sostuvo.

Para los magistrados “fueron muchas las cuestiones que demuestran la falsedad del testigo”. En particular, destacaron dos puntos: la supuesta existencia de un doble encintado en el perímetro que demarca el lugar donde se encontró el cadáver de Paulina y la ubicación de ese sector, por un lado; y, por otro, dónde se encontraban las autoridades en la escena del crimen.

“Llegaron con brutalidad y mis hijas los corrieron”, contó Alberto Lebbos

Ferreyra nunca modificó su versión respecto a la distancia donde habría estado el segundo encintado, donde dijo haber visto a los policías. Además, aseguró que ese segundo anillo de seguridad estaba a unos 30 o 40 metros del lugar del hallazgo. “Es absolutamente imposible ver el lugar desde esa distancia. Resulta muy evidente la falsedad del testigo en este aspecto”, consideró Caramuti.

Ferreyra también se habría complicado al describir la ubicación de las autoridades y jefes policiales en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de Paulina. Tuvo que dibujar un plano para intentar despejar las dudas. Las contradicciones se habrían hecho más evidentes. “Ubicó, distanciadas entre sí, a las autoridades, y afirmó que sólo se reunieron cuando llegó el fiscal (Alejandro Noguera). Los propios imputados dijeron que estuvieron reunidos antes de que llegara el fiscal”, remarcó Caramuti, quien presidió el debate.

Los jueces también observaron discordancias en la descripción del terreno y la forma en la que fue retirado el cadáver. “Se contraponen totalmente con el video que vimos”, expresó Ibáñez.

Se espera que en breve más oficiales se presenten a declarar para explicar su intervención en el caso.

Quiénes deben declarar

Lilia Moyano: era jefa de Laboratorio de la Policía y realizó las pericias en la escena; y la posterior autopsia. Actualmente, Moyano se desempeña en el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del Ministerio Público.

Julio López: era jefe de la ex Brigada y superior del detenido Ferreyra, quien aseguró que su jefe era quien se encontraba al frente de la instrucción de la causa.

Francisco Picón; actual subjefe de la Policía, era uno de los directores de la Brigada de Investigaciones Norte en 2006. Esa unidad secuestró dos remises similares al descripto por Virginia Mercado, amiga de Paulina.

Dante Bustamante: ex jefe de Policía. Era secretario privado de Hugo Sánchez, uno de los imputados por el encubrimiento del caso y anoche comenzó a declarar.

José Díaz: actual jefe de la Policía. Habría formado parte del jurado que dispuso el ascenso a comisario de Enrique García, actualmente detenido por falsear las actas del hallazgo.