El príncipe Harry se casó con la actriz estadounidense Meghan Markle en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor y miles de personas siguieron la ceremonia a través de pantallas gigantes.

Ambos dieron el sí y se prometieron amor para siempre. Sin embargo, no todo es tan perfecto como parece. Markle tuvo que renunciar a muchas cosas para poder ser su esposa.

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1- Renunció a su carrera de actriz. Markle tuvo que renunciar a la serie de Suits y no podrá volver a la actuación nunca más.

2- Eliminó todas sus redes sociales. Los miembros de una familia real no tienen cuentas en las redes y ella, por su propia cuenta, decidió borrarlas.

3- Abandonó su religión. Aunque Megahn es de origen católico, deben bautizarse en la iglesia Anglicana. 

4- Debió dejar su marca de ropa. Ella diseñó una línea de prendas con la marca Reitmans que ahora debe despedirse de esa creación.

5- Modificó su nombre. Después del casamiento Rachel Meghan Markle pasó a llamarse Rachel Megan Mountbatten-Windsor.

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6- Cambió su estilo. No podrá usar más pieles, escotes ni carteras grandes.

7- No asistirá a fiestas. Los eventos solo pueden estar bajo agenda y en forma privada. La diversión pública está prohibida.

8- No manifestará demostraciones de amor. La realeza no puede tener gestos de afecto en público. 

9- No tendrá una postura política. Meghan tiene prohibido tomar una posición con respecto a cualquier situación. De hecho, ni siquiera tendrá permiso para votar. 

10- Dejó a su mascota. Bogart, su perro labarador, pasará sus últimos días con unos amigos de Meghan en Toronto.