Ni las cámaras de seguridad ni las rejas amedrentaron a los delincuentes que ayer violentaron los accesos de una casa en El Cadillal y se llevaron hasta los documentos de identidad de las víctimas. Este fue el segundo robo que sufrieron los Conti en los últimos seis meses.

"Salí de casa alrededor de las 16 y cuando volví, pasadas las 18, encontré todo revuelto. Un desastre", explicó a LA GACETA Mario Conti, que vive en la zona conocida como Villa Jardín.

Otra vez, como hace seis meses, los delincuentes les llevaron dinero, celulares, electrodomésticos, una impresora y una computadora, además de revolver cajones y hasta los colchones de las camas.

Después del primer ataque a su casa, Conti decidió instalar cámaras de seguridad en los accesos, por lo que espera que esas imágenes, en manos de la Policía, ayuden a identificar a los autores del robo.

Debido a los constantes problemas de inseguridad en la zona, Conti, empresario que explota las aerosillas y el catamarán Arquímedes, analiza la posibilidad de abandonar la provincia. "Parece una persecución", se lamentó el hombre que desde hace 12 años se radicó en El Cadillal, junto a su esposa Roxana y a su hijo de dos años.